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Lo que iba a ser un edificio de lujo, con oficinas y locales comerciales en un lote de más de 10.000 metros cuadrados en la avenida Las Palmas, frente al Hotel Intercontinental —una de las zonas de mayor valor comercial de la ciudad— es hoy el hogar de 52 personas, seis perros y cuatro gallinas blancas.
Desde lejos solo se ve el esqueleto del edificio llamado Soler Gardens, ya con manchas de humedades, y las lonas que sirven de cerco y puerta para los residentes. De cerca, se alcanzan a ver varillas expuestas, tablas de madera y ropa secándose al sol.
“Nosotros no invadimos esto. Estamos aquí con la autorización del administrador. Sabemos que es privado y si nos dicen que nos tenemos que ir, nos vamos. Pero que nos avisen con tiempo, porque si no, nos toca irnos a dormir debajo de un puente”, dice Elvis, uno de los residentes en la propiedad y quien pide que se omita su apellido. Explica que el 99 % de los que habitan Soler Gardens son venezolanos y que más de la mitad tiene sus documentos en regla.
Sin embargo, EL COLOMBIANO no pudo constatar si existe autorización por parte de un administrador, pues el lote fue sometido a extinción de dominio (Ver recuadro).
Elvis llegó al edificio hace unos seis meses, por recomendación de uno de sus cuñados, pues se quedó sin trabajo y su esposa también. “Tenemos dos hijos, la mayor es especial y el menor está en el colegio y nos quedamos sin dinero para pagar el arriendo en Manrique”, agrega.
El edificio empezó a ser ocupado hace más de dos años y ya tiene un sistema de abastecimiento de agua de un nacimiento cercano y una planta de electricidad que funciona a gasolina.
El pasado viernes la Alcaldía visitó el edificio en compañía de la Policía. Alejandra Gómez, secretaria de Inclusión Social, explicó que alertaron a la Secretaría de Seguridad y a la Policía para que estén pendientes de la seguridad del sector. “Las familias serán intervenidas de manera integral, estamos pidiendo apoyo del Gobierno Nacional y del ICBF porque hay niños y adolescentes que tienen sus derechos vulnerados allí”, dijo.
Y agregó que la Secretaría de Seguridad estaba “trabajando en el desalojo”. Esa dependencia reportó que el caso está en manos de la Inspección de Policía, pero no dio una fecha para su resolución.
Fuentes de la Policía Metropolitana aseguraron que las preocupaciones en el edificio son la seguridad de los vecinos y el riesgo de falla, por la exposición de elementos estructurales a la intemperie.
Elvis respondió que no han tenido problemas con la estructura, pues se sellaron los ductos de los ascensores; y señaló una cámara de vigilancia ubicada al frente del edificio.
“La Policía del cuadrante tiene fotos de los papeles de todos. Y sabemos de la molestia de los vecinos, pero nosotros antes cuidamos el barrio cuando vienen habitantes de calle o ladrones, porque sabemos que si llega a pasar algo nos van a echar la culpa”, precisó.
Toni Vitola, vocero de la colonia de venezolanos en Medellín, Colvenz, sostuvo que ya se están tocando puertas de organismos internacionales como Acnur y la Organización Internacional Para las Migraciones, para buscar salidas humanitarias para las familias.
Ellos, entre tanto, las familias prefieren no salir, pues temen que haya un operativo de desalojo sorpresa en el que pierdan las pocas pertenencias que tienen .