Desde que fue ungido por unanimidad por el Directorio Liberal, el 15 noviembre de 2018, no le tembló la voz para decir que “ser alcalde del municipio con el mejor nivel de vida en Colombia no es un reto menor”. Casi un año después, apenas entra a la plaza de mercado municipal donde tiene lugar esta entrevista, tenderos y clientes lo saludan sin rodeos por su nuevo cargo: “buenas tardes, señor alcalde”.
Con 46 años recién cumplidos, el ingeniero de sistemas y abogado Braulio Espinosa Márquez ganó la elección sin afugias con el aval del 41 % del electorado, representado en 45.239 votos.
En diálogo con EL COLOMBIANO, habló de sus proyectos, de cómo recuperar la imagen luego del proceso judicial que implicó al actual mandatario y de la responsabilidad de haber sido el que postuló en la Asamblea al excontralor Sergio Zuluaga.
Le sacó 18.800 votos al segundo, una elección cómoda pese a la agitada campaña. ¿Qué análisis hace?
“Fue un resultado esperado durante más de 20 años de mi carrera política, es recoger el esfuerzo, trabajo que realicé como concejal, como diputado y como líder estudiantil en la Universidad de Envigado. Los ciudadanos reconocieron esos años de dedicación”.
Políticamente, ¿cómo quedó Envigado y qué cicatrices quedan de esta contienda?
“Ganó la campaña de la decencia, la que nunca respondió un ataque, la que no se centró en temas personales, la que mantuvo una línea de propuestas, de ideas, de escuchar al ciudadano, de incluirlo en su programa de gobierno que se inscribió en la Registraduría después de recorrer 11 meses los 39 barrios y las seis veredas. A la comunidad no le interesa tanto un color político en su municipio sino que se vean reflejados sus sueños en ese programa de gobierno. Por eso la votación fue masiva y arrasadora: sumando el segundo en votación (Carlos Manuel Uribe, 26.353) y el tercero (Andrés Cadavid Torres, 11.635) tampoco alcanzarían a ganar. Eso lo que hace es legitimar el proceso, darle fuerza con un respaldo masivo. Celebramos en familia, en el Barrio Obrero, en la casa de mi madre”.
Este cuatrienio fue difícil para Envigado por el escándalo de corrupción y la captura del alcalde Raúl Cardona que hoy está en casa por cárcel. Desde afuera, ¿cómo vivió esta situación?
“No hay ningún partido político en Colombia que diga que tiene un blindaje tal, que le permita levantar la mano con tranquilidad y decirle al pueblo que el 100 % de sus militantes está sin problemas. Soy respetuoso de la justicia, espero que los funcionarios y el alcalde tengan el debido proceso. Inicialmente salieron un montón de cuestionamientos que se han ido, con el tiempo, desvirtuando. Será la justicia la encargada, yo me dedicaré a gobernar sin odios ni rencores, visible al ciudadano”.
¿Qué tanto se debilitó la imagen y la credibilidad institucional con este proceso?
“El caso todavía no se ha cerrado, el tiempo le dará la razón a uno u otro y seré respetuoso de las decisiones judiciales. El municipio y los funcionarios se vieron inmersos en un escándalo nacional, en el cual se perdió, de alguna manera, la confianza en los servidores, cuando son los mejores del país. Lo han demostrado durante años en un municipio que tiene los mejores indicadores de calidad de vida de Colombia. Si los funcionarios fueran malos, no seríamos el mejor vividero del país”.
¿Cómo blindará su gobierno frente a la corrupción, cómo se desmarcará de lo que pasó en esta alcaldía?
“Vamos a escoger un gabinete con lupa, analizaremos con quién vamos a trabajar. Es un voto de confianza que se le dará a gran cantidad de profesionales para liderar las diferentes carteras y esperamos que no defrauden ni al alcalde ni al pueblo envigadeño”.
El Partido Liberal continúa su predominio en Envigado, lo que ha llevado a que funcionarios permanezcan durante varias administraciones, ¿habrá revolcón?
“Venimos con cambios importantes en el municipio, de eso no pueden tener ninguna duda los envigadeños”.
¿Por qué no le pasó factura el haber postulado y votado por el contralor Sergio Zuluaga en la Asamblea?
“Uno llega como diputado el 1 de enero (de 2016) con un proceso de selección realizado por una firma que no fue contratada por los diputados. Fue contratada por la mesa directiva de la Asamblea anterior, nos entregan una lista, una hoja de vida extraordinaria. Pero uno va hasta el voto de confianza en una lista pasada por una empresa, y la persona tiene que responder, y si no lo hace, para eso están las autoridades respectivas. Que caiga el peso de la ley si alguien infringe la norma” .