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Antioquia | PUBLICADO EL 24 febrero 2023

En Puerto Berrío los niños de 9 años cargan radios y pistolas de los grupos ilegales

A los menores de edad les pagan entre cinco y diez mil pesos por hacer tareas a los ilegales. Con eso compran arroz con huevo para comer.

  • Vainillas recogidas en una de las escuelas de Puerto Berrío después de los enfrentamientos. FOTO: Cortesía.
    Vainillas recogidas en una de las escuelas de Puerto Berrío después de los enfrentamientos. FOTO: Cortesía.
  • Vainillas recogidas en una de las escuelas de Puerto Berrío después de los enfrentamientos. FOTO: Cortesía.
    Vainillas recogidas en una de las escuelas de Puerto Berrío después de los enfrentamientos. FOTO: Cortesía.
Javier Alexander Macías

Habitantes del municipio de Puerto Berrío denunciaron que niños de 9 años de edad son utilizados por los grupos armados que están en confrontación en ese municipio y los usan para que les hagan favores o tareas, en una actividad que ellos denominan carritos. Además, según informaron estas fuentes, se les ha visto armados en el municipio, cumpliendo labores de vigilancia y control.

Una madre, que pidió reserva de su nombre, contó que los integrantes de los grupos armados les dan a estos menores de edad entre cinco y diez mil pesos para que cumplan con esas funciones, dinero que usan “para comprar y comer, al menos, arroz con huevo”.

Los pequeños que, dicen los familiares, deberían estar jugando, ahora se las pasan con radios para avisar de momentos extraños en los territorios en los que se vive la confrontación.

Muchas veces los enfrentamientos armados se dan en territorios que deberían estar fuera de la guerra como lo son las escuelas, pero los grupos armados ilegales no han entendido esa premisa y se enfrentan a bala incluso en momentos como la salida o la entrada a clases.

“Hay una escuela donde frecuentemente hay enfrentamientos, se llama la escuela Alfonso López, sede La Milla, en un lugar donde hay dos barrios en conflicto”, expresó uno de los habitantes.

Después de las balaceras, los niños recogen las vainillas de las balas y las guardan como si fueran juguetes.

Dice otro de los habitantes que los enfrentamientos entre los grupos tiene atemorizada a la comunidad educativa, por eso piden “se espeten las instituciones educativas como territorios y zonas de paz.

La situación ha llegado al extremo que asesinan a los jóvenes y son tirados al río Magdalena. Por esto, los profesores insisten en que los colegios deberían ser territorios de paz y que los menores deberían estar en las escuelas estudiando arte y haciendo deporte, “pero no enfilando las estructuras armadas ilegales”.

Javier Alexánder Macías

Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad de Antioquia.

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