Un nuevo caso de muerte relacionada con cirugías plásticas, el tercero en el Valle de Aburrá en menos de 30 días, se presentó en Medellín en la tarde del viernes 8 de junio. La víctima fue Michelle Dávila Álvarez, de 28 años, quien se sometió a un procedimiento en una clínica de El Poblado.
El director médico de IQ Interquirófano, Juan Carlos Echeverry Velásquez, le informó a EL COLOMBIANO que a la paciente se le estaba practicando una lipoescultura, procedimiento que llevaba una hora y cuarenta minutos de intervención.
“Estábamos trabajando la parte posterior y ya la íbamos a voltear, cuando en ese momento la paciente hace un cambio electrocardiográfico, lo que nosotros llamamos una arritmia, y luego entra en paro cardíaco; activamos el protocolo de código azul, un grupo interdisciplinario la atiende y la sacamos del paro. Inmediatamente se estabiliza y procedemos a remitirla a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de la Clínica Bolivariana, a la cual es trasladada en ambulancia medicalizada y con el equipo y talento humano pertinente para estas situaciones”, dijo Echeverry Velásquez.
De acuerdo con el director médico, la paciente cumplió con todos los requisitos que se exigen antes de someterse al procedimiento. “Ella fue calificada como paciente de bajo riesgo”, confirmó.
Según el reporte médico, la paciente ingresó con signos vitales pero falleció horas después. Medicina Legal tiene la última palabra para determinar las causas del deceso.
Por su parte, Libia Álvarez, madre de la víctima, le dijo a EL COLOMBIANO que en la clínica IQ Interquirófano -donde ocurrió el procedimiento- solo le explicaron “que ella sufrió un paro cardiorrespiratorio y no pudieron hacer nada”.
Las exequias del cuerpo de Michelle se realizaron en el cementerio Campos de Paz.
El concejal de Medellín, Bernardo Alejandro Guerra, denunció esta última muerte a través de su cuenta personal en Twitter.
El secretario de Salud de Antioquia, Héctor Jaime Garro, reconoce que cada procedimiento quirúrgico o intervención estética tiene un nivel de riesgo. Sin embargo, el funcionario enfatizó que el peligro aumenta cuando los servicios son prestados por profesionales que no son idóneos, pero este no era el caso.
