La tragedia que tiene de luto a Antioquia esta semana ocurrió en una zona que condensa todos los problemas sociales posibles en una ciudad: es un asentamiento informal anclado en lo más alto de la montaña, lejos de la oferta estatal, sin servicios públicos regularizados, con construcciones precarias, control de grupos armados ilegales y con población, en su mayoría, desplazada por la violencia, que empezó a levantar ranchos allá desde 1995.
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Granizal, ubicada en el nororiente de Bello y donde el martes pasado se desgarró la montaña con un saldo, hasta ahora, de 16 muertos y ocho desaparecidos, es considerado el asentamiento de población desplazada más grande de Antioquia y el segundo del país, superado solo por Altos de Cazucá, en Soacha, según la Acnur.
Hoy se estima que más de 37.000 personas habitan los ocho sectores en los que se ha extendido este asentamiento en los extramuros de Bello.
La falta histórica de agua potable y de alcantarillado ha sido una de las grandes batallas de esta comunidad. Durante años, sus habitantes se vieron obligados a cargar el agua en canecas, a consumirla de fuentes contaminadas o a pagarles a los grupos ilegales que, durante años, le arrebataron la operación de los acueductos veredales a las juntas comunales.
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Esa situación comenzó a cambiar gracias a una acción popular interpuesta con apoyo de la Universidad de Antioquia en 2015 y fallada a favor de la comunidad en 2020. La sentencia ordenó garantizar el derecho fundamental al agua potable, lo que llevó a que, desde hace dos años, se instalaran tanques provisionales de abastecimiento. En cumplimiento de esta orden judicial, la Alcaldía de Bello ha invertido $5.000 millones en los dos últimos años para garantizar el suministro de agua.
Además de la esperanza de que algún día el asentamiento se regularice y se convierta en una nueva comuna de Bello, hay señales de mejoramiento en su infraestructura. El corredor principal, aunque todavía sin pavimentar completamente, ya no es una trocha imposible de transitar. Aun así, Granizal sigue marcada por el abandono institucional: la carencia de servicios, la pobreza estructural y el control que ejercen grupos armados ilegales —que históricamente han aprovechado su posición estratégica— perpetúan la vulnerabilidad de sus habitantes, que hoy cargan a cuestas una dolorosa tragedia que marcará la historia del populoso sector.
¿Cuántos muertos y desaparecidos van en tragedia por deslizamiento en Bello?
La emergencia deja al cierre de esta nota 16 fallecidos y 8 desaparecidos. Algunas de las víctimas de esta emergencia, de acuerdo con la información conocida por este medio fueron: Juan de la Cruz Muñoz Caño, de 84 años; Dellanira Vera Echeverri, de 79; César Augusto Hoyos Cantero, de 31; Meleidys Martínez Oquendo, de 23; Llirmen Rodríguez Ciro, de 26; Richard Edualdo Cardona Aricapa, de 34; Paula Andrea Londoño, de 40; Yuranis Gómez Cañas, de 31; Jhon Esteban Bedoya Oquendo, de 21; Pedro Nel Agudelo Zapata, de 48; Neila Astrid Sarmiento Sandoval, de 31; Juan David Lozano Hernández, de 16, y Henry Mejía Rivera, de 56 años.
Mientras que la mayoría de estas personas fallecieron en el sitio, Meleidys logró ser rescatada con vida y trasladada a un centro asistencial de Medellín, donde falleció en medio de la atención médica. Igual ocurrió con una mujer en la mañana de ayer, quien agonizó desde la madrugada del martes y falleció en un centro asistencial.
Desde la Alcaldía de Bello manifestaron que desde el miércoles se vienen realizando labores para lograr ubicar a las personas desaparecidas, luego de este desastre que también dejó a ocho personas lesionadas, las cuales se recuperan en centros asistenciales.
Según relataron algunos habitantes, después de que cesó la lluvia se comenzó a sentir un estruendo que provocó el deslizamiento de grandes proporciones, el cual se alcanzó a llevar a grupos de familias enteras.
La alcaldesa de Bello, Lorena González, aseguró que esta emergencia, luego de los estudios realizados, se originó por la saturación de aguas en el terreno, en el cual hace tres años se presentó otro deslizamiento que cobró la vida de una persona. Se descartó de lleno que todo se hubiera originado por la rotura de un tubo madre que pasa por el sector y que hasta dos días después del desastre seguía botando agua.
Además, esta emergencia dejó 971 personas damnificadas, las cuales son atendidas en cinco albergues. Desde la alcaldía dispusieron dos puntos de atención para la recolección de ayudas materiales. Uno es la sede de la Defensa Civil de Bello, diagonal a la Universidad San Buenaventura y en el Centro Vida Día del Adulto Mayor, a media cuadra del parque principal de Bello.
