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Es oficial: Medicina Legal confirmó que el cuerpo de un niño hallado en un lote de la vereda Cuturú Alto, de Segovia, el pasado 27 de octubre sí era el de Maximiliano Tabares Caro, de 6 años, el menor reportado como desaparecido el 21 de septiembre y quien habría muerto en medio de rituales de satanismo. Con esta identificación plena, el proceso judicial tomará un nuevo rumbo, a la espera de la confirmación de si fue asesinado o no.
Fueron nueve días de trabajos de identificación que contaron con una serie de trabas, que comenzaron por el extravío del registro en donde estaban sus huellas hasta una inicial negativa de Sandra Patricia Caro Pérez, su mamá, por permitir que se le hiciera una prueba de ADN.
Pero la progenitora del menor finalmente accedió a este análisis y en las primeras horas de este sábado se confirmó la identidad del cadáver que estaba sepultado en Cuturú Alto. Pero todavía continúa la autopsia para establecer la forma cómo murió, resultados que se estima que podrían demorar hasta 10 días hábiles.
Se conoció que el pasado viernes estaban esperando un antropólogo para que continuara con los rigurosos exámenes que se le están realizando al cuerpo del menor, debido a lo delicado del caso. Hay seis personas capturadas, señaladas de conformar la secta satánica Los Carneros, la cual haría rituales para encontrar guacas de oro.
Giro judicial
Además de la mamá de Maximiliano, por este hecho fueron capturados: Fabio Andrés Carmona Ramírez -su padrastro-, Damaris Estela Pérez Escalante -su abuela-, Róbinson Esmit Arboleda Ramírez, Fabián Alberto Monsalve y Susana Ceballos Zapata. Todos son judicializados por el delito de desaparición forzada y tortura, pero aún se esperan los resultados finales de la autopsia y con base en estos su situación podría tomar un giro.
Si estos resultados arrojan que el menor fue asesinado, todos serán procesados por el delito de homicidio agravado, bien sea en condición de autor o de cómplice. Será necesario realizar una nueva audiencia de imputación de cargos ante el Juez Promiscuo del Circuito de Cisneros. En caso de que esta se realice, hay indicios de que Sandra Patricia podría declararse culpable.
Las primeras versiones darían cuenta que la desaparición de Maximiliano, que terminó con su fallecimiento, estaría relacionada con un ritual de esta secta, en el que se decía que el menor tenía un espíritu que les impedía encontrar una de estas guacas. Todo por señalamientos que habría hecho su padrastro, quien sería el líder de esta secta.
Por esta razón habría sido llevado a la casa de su abuela, en el barrio Gaitán, de Segovia, en la noche del 20 de septiembre. Allí fue visto por última vez con vida, luego de que su mamá lo entrara a estrujones. “Si yo fuera el papá de ese niño, le digo pues que tendría un problema muy grande si viera a mi mujer tratando a mi hijo de esa manera”, relató una de las personas que vio a Maximiliano esa noche.
El cuerpo de Maximiliano fue encontrado en la tarde del 27 de octubre, luego de que Arboleda Ramírez, quien es conocido con el alias de “Orejas”, llevó a los investigadores al sitio donde se encontraba el cadáver, como parte de su voluntad para buscar beneficios en el proceso judicial, a los cuales también se pretende acoger Sandra Patricia.
¿Y el último adiós?
Como aún falta terminar toda la necropsia de Maximiliano, el sepelio y los homenajes para darle el último adiós tendrán que esperar. Sin embargo, en Segovia ya están preparados para el momento que llegue su cuerpo al municipio que lo acogió durante sus cortos seis años de vida.
Entre los actos que le realizarían a los despojos mortales de este menor están unas marchas fúnebres en el corregimiento La Cruzada, de Remedios, y algunos sectores de Segovia.
También habrá homenajes en la Institución Educativa Santo Domingo Savio, donde estudiaba, y la banda marcial del Colegio Liborio Bataller está organizando tres canciones del menor, entre ellas la canción “Que canten los niños”, del cantante español José Luis Perales.
Todas las honras fúnebres de Maximiliano serán costeadas por la Gobernación de Antioquia y se espera decidir si será sepultado o cremado, aunque esta última opción es poco probable por el proceso judicial que se lleva.
En el Nordeste antioqueño han mostrado su satisfacción por la forma cómo se ha hecho justicia con Maximiliano, aunque aún están a la espera de lo que pueda suceder en los últimos días de un hecho que estremeció a todo un país y que se originó por la mezcla de ambición y satanismo.
Periodista por pasión. Me gusta contar las historias de la ciudad desde todos sus puntos de vista y mostrar lo bueno y lo malo de nuestra realidad.