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En las montañas del Nordeste antioqueño, por encima de los 1.500 metros sobre el nivel del mar, fue hallada una especie de rana que la ciencia no había registrado. Fue reportada por el Grupo Herpetológico de Antioquia. Es pequeña y resalta por sus ojos rojos. Recién fue bautizada: Pristimantis Campesino. Esta es la historia.
El Grupo Herpetológico fue fundado hace 25 años por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia. Y el trabajo ha sido constante durante estos tres lustros: según cifras del equipo, el 30% del departamento ha sido inspeccionado con el objetivo de comprender las dinámicas e interacciones de estos anfibios.
Es decir, el grupo ha trepado montañas y ha descendido valles buscando anfibios para clasificarlos. Pues bien, en ese trasegar fue que el equipo dio con la rana en cuestión. En las montañas de Anorí, al Nordeste de Antioquia, encontraron varios especímenes que habitan en zonas húmedas. Las ranas, aunque parecidas, guardaban pequeñas diferencias que solo el ojo del experto sabe determinar.
Entonces, luego de un detallado estudio, el grupo se llevó una sorpresa: no era una especie la que estaban analizando, sino dos. Ambas hacían parte del género Pristimantis, que habita entre Centro y Suramérica. Sin embargo, una de ellas, de saltones ojos rojos, no había sido aún descrita por la ciencia.
La cuestión, ahora, era entender por qué la especie original, es decir, la Pristimantis, se había diversificado en una nueva especie. Ana María Sepúlveda, bióloga y descriptora principal de esta nueva especie, explicó que las características que la diferenciaron tienen que ver con la altitud. Esta rana habita en bosques más altos y húmedos. En ellos, las condiciones son diferentes, de más frío, lo que seguramente provocó las variaciones.
Las muestras para dar con el descubrimiento fueron tomadas en veredas de El Retiro, El Nevado y San Benigno, en el municipio de Anorí. El nombre que recibió la nueva rana, Pristimantis Campesino, es un homenaje a los campesinos colombianos, que trabajan con estoicismo, muchas veces en condiciones climáticas y ambientales complejas.
El grupo de investigación que dio con el animal, liderado por el profesor Juan Manuel Daza, explicó que para ver esta rana hay que sumergirse en bosques bien conservados. Se le ha visto croando en arbustos y helechos. Parece ser que su pico de actividad tiene una duración corta, de aproximadamente media hora, entre 5:30 p.m. y 6:00 p.m., con un canto que es muy suave. La descripción de su canto, que difiere un poco al de las demás, fue vital para entender que se trataba de una especie aún no descrita.
El género Pristimantis, al que pertenece la recién descubierta rana, no habita necesariamente en el lecho de ríos o quebradas. Lo que sí necesita es que haya una humedad grande que le permita poner sus huevos en hojas de bromelias. Una característica única es que no pasa por la etapa de renacuajo antes de desarrollarse.