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Cuando faltaban menos de 10 kilómetros para llegar a Girardota, la Policía le hizo señas a Javier Vargas para que detuviera su auto en el peaje Trapiche. Con esta eran 30 veces las que lo paraban desde que salió de Cartagena. No le faltaba ni un solo papel, tenía todos los permisos, y solo quería llegar a descansar. Sin embargo, las autoridades le dijeron allí mismo que debía guardar cuarentena por dos semanas. “Imposible, yo tengo que salir mañana para Bogotá”, les respondió.
Quince minutos después arribó otro carro. Dos campesinos que llegaban de Santa Rosa de Osos expresaron que iban para una vereda a ver dos animales. Como no portaban permisos, o bueno, uno de ellos tenía pico y cédula pero en su pueblo, en este ingreso al Valle de Aburrá los condujeron a una carpa y les impusieron los respectivos comparendos.
Vargas, quien no tenía idea de que debía guardar cuarentena pues en Cartagena no le ocurrió, se marchó con la incertidumbre de si podría quedarse solo un día, pero dijo que si no era así, se marcharía a buscar un hospedaje en la carretera hacia Bogotá.
Casos así pasan a diario en los 22 puntos instalados en el departamento, que cuentan con acompañamiento de la Policía, el Ejército y la Defensa Civil, y cuyo objetivo es controlar los ingresos a las regiones y en las fronteras de Antioquia, para sancionar a infractores del aislamiento obligatorio y así evitar la posible propagación del virus.
Cada puesto sanitario tiene su propia realidad. Por ejemplo, en el del peaje Trapiche los uniformados aseguraron que se presenta mucha indisciplina y los ciudadanos tratan de hacerle el quite a la norma.
Solo el pasado puente festivo, reveló la Policía, impusieron 34 comparendos. Las excusas más frecuentes, agregó, son “afirmar que tienen permiso en la plataforma Medellín me cuida, pero corroborando no tienen habilitado el fin de semana y caen en la mentira”. También les llegan casos de supuestas entregas de mercados o medicinas a familiares y, cuando revisan los maleteros, llevan licor y otros alimentos como “para armar una rumba”.
“Lo que más nos ha generado problemas es la gente que quiere llegar a Medellín de otras partes del país. Alquilan carros particulares, de placas especiales, y nos toca preguntar si están inscritos en la plataforma. Muchas veces nos dicen que solo van de paso”, manifestó el coronel Miguel Cabra Díaz, comandante de la Policía Seccional Antioquia.
En el puesto sanitario ubicado antes de entrar al Túnel de Occidente, yendo desde Medellín y donde se esperaba más indisciplina, los uniformados revelaron que allí no hay más de dos comparendos al día y son más que todo porque la gente llega confundida, “con normas que ya cambiaron porque en esta crisis las medidas varían cada tanto”.
La Policía indicó que en esa salida hacia municipios como San Jerónimo o Santa Fe de Antioquia, la mayoría de los viajeros tienen permiso y, con los desorientados, tratan de hacer una labor pedagógica, más que imponer comparendos.
Con cifras del pasado 29 de mayo, en corredores como Medellín-Costa Atlántica, Medellín Bogotá, salida al Eje Cafetero, Puerto Berrío y Santa Fe de Antioquia-Medellín, la Policía Antioquia reportó que desde finales de abril entraron al departamento 947.868 vehículos y salieron 1.004.196. En esas vías se sancionaron a 7.737 personas.
Para garantizar el control de las medidas, la Gobernación de Antioquia informó que los 22 puestos sanitarios disponen de 588 unidades.
Jorge Ignacio Castaño Giraldo, subsecretario de Seguridad departamental, explicó que a la fecha van cerca de 80.000 comparendos impartidos, no solo desde que se implementó esta estrategia sino desde que inició el aislamiento obligatorio, el pasado 24 de marzo.
En términos generales, aseveró el coronel Cabra Díaz, hay más gente confundida por la situación que personas indisciplinadas. Calificó la idea de los puestos sanitarios como pionera en Colombia y relacionó los resultados que ha tenido el departamento (menos casos en comparación con otros de similar población) con ese blindaje que se hizo en las vías.
Castaño observó que si bien la cifra de sancionados puede parecer baja en comparación con los habitantes que tiene Antioquia, también puede verse desde otra óptica, es como “llenar dos veces el estadio” Atanasio Girardot.
Valoró que los puestos también sirven para reforzar la seguridad, incautando armas o identificando personas con antecedentes y recordó que si bien es una estrategia para combatir el virus, no es infalible y todo parte del autocuidado y el respeto de las normas de cada uno.