<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

“Quintero hizo de las comisarías de Familia un caos”

Así lo denunciaron los funcionarios de estas dependencias a través de una protesta en la propia sede de la Alcaldía.

  • Con carteles, camisetas y chirimía, los comisarios de Familia de Medellín expresaron su descontento con el olvido y abandono en que los tiene la actual administración. FOTO esneyder gutiérrez
    Con carteles, camisetas y chirimía, los comisarios de Familia de Medellín expresaron su descontento con el olvido y abandono en que los tiene la actual administración. FOTO esneyder gutiérrez
27 de octubre de 2022
bookmark

A los comisarios de Familia de Medellín se les llenó la copa y ayer salieron a protestar. Desde las 7:00 a.m., un grupo de ellos ya estaba plantado en la plazoleta de La Alpujarra con megáfonos, pancartas y camisetas con la inscripción S.O.S. lanzando su voz de auxilio por la precariedad en la que están laborando y pidiendo ser escuchados por la administración municipal que, según dijeron, ha sido sorda a sus lamentos.

La protesta fue pacífica: un plantón, arengas, reclamos y rostros adustos, algunos tristes, al punto que ni la chirimía que los acompañó logró ponerles otro color a sus miradas. Porque la angustia no se disfraza, aunque a veces calla.

Todo se resume en una reducción de su presupuesto y una política de subcontratación que ha creado caos, discontinuidad en su labor y deficiencias a la hora de prestar el servicio como les gusta: con calidad, eficiencia y oportunidad. Todas estas dificultades, que no son nuevas, se acentuaron en la administración de Daniel Quintero, en la que han aumentado sus dificultades, aseguran.

De acuerdo con sus denuncias, luego de la pandemia los hechos de violencia intrafamiliar se dispararon en la ciudad y ha crecido la demanda de sus servicios por parte de la población, pero con las condiciones actuales no han podido cumplir a cabalidad su tarea.

“La violencia ha crecido y el presupuesto no lo ha hecho en la misma medida. Hemos hecho nuestras demandas ante la Alcaldía pero no nos han escuchado y por eso estamos en el plantón”, expresó Uberney García, uno de los voceros de los manifestantes.

Pero las horas fueron pasando y aunque entre los ciudadanos que visitaban La Alpujarra hubo voces de apoyo y hasta aplausos, nadie de la administración los atendía, por lo que a las 10:00 a.m., decidieron entrar al edificio de la Alcaldía. En el primer piso gritaron consignas contra la administración: “alcalde Quintero, con la salud de las mujeres y los niños no se juega” o “alcalde Quintero, los niños abusados han sido abandonados”, entre otras.

Después, un funcionario del nivel de subsecretaría bajó y les programó una reunión para las 2:00 de la tarde con el objetivo de “analizar sus peticiones”. Los ánimos se calmaron un poco y la espera traía algunas esperanzas. Ahí quedó el asunto.

Informe de la situación

Hay que señalar que en Medellín hay 30 comisarios de Familia y una dependencia por comuna, además de una sede permanente que opera las 24 horas, para atender casos de violencia intrafamiliar y temas de restablecimiento de derechos de niños, niñas y adolescentes abusados.

Una de sus demandas es que el presupuesto asignado para su trabajo en 2023 se aumente de $7.700 millones a $10.400 para poder ellos, según sus cálculos, prestar un adecuado servicio de sus funciones.

En un documento que dieron a conocer expusieron las difíciles condiciones en las que están operando: afirmaron que el presupuesto asignado para su trabajo ha venido disminuyendo desde 2020 y que este 2022 aumentaron en un 28% las solicitudes de restablecimiento de derechos a niños y adolescentes, y en un 15% las atenciones por violencia intrafamiliar adulta.

Sostuvieron que desde que Quintero es alcalde, los profesionales que trabajan en las comisarías no han tenido acceso a atención en salud mental, pese al riesgo de sufrir afectaciones psicosociales por las altas cargas que manejan y los casos tan delicados que atienden. Dan cuenta de que las sedes tienen goteras, humedades y otras fallas estructurales que les impiden desarrollar sus labores, a lo que se suma que no tienen, ni siquiera, buenas sillas para sentarse ni equipos idóneos para escanear los procesos que atienden y que deben presentar a las diferentes autoridades.

Una paradoja, pues según el exsecretario de Seguridad de la anterior administración, Andrés Tobón, en solo mantenimiento y reconstrucción de las sedes se invirtieron $17.000 millones.

El memorial de los comisarios incluye que no cuentan con personal suficiente para atender la demanda: faltan auxiliares, secretarios, psicólogos y trabajadores sociales. Y como a estos grupos les hacen contratos temporales, por meses, semanas y hasta días, no hay continuidad y se generan recesos de hasta un mes entre un contrato y otro, lo que afecta la prestación del servicio.

Hace un año, por estas mismas fechas, los inspectores de Policía también realizaron protestas con demandas similares. Lo delicado del asunto es que ambas instancias- comisarías e inspecciones- integran la llamada justicia cercana al ciudadano, uno de los pilares de la administración moderna que no admite pasos en falso y mucho menos reversa .n

30
comisarios conforman el grupo que atiende estas dependencias en Medellín.
$10
mil 400 millones es el presupuesto que exige el grupo para cumplir su labor.
El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD