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Ataque de sicarios dejó dos muertos y una mujer herida en Medellín
Entre las víctimas hay un menor de 14 años. Corporaciones de DD.HH. denuncian la grave vulneración de derechos que sufren los menores reclutados en la comuna 16.
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El año pasado se había advertido sobre el alto reclutamiento de menores por bandas criminales en Belén. Foto: Archivo.
Un presunto cabecilla delincuencial y un menor de edad asesinados, así como una extranjera herida, dejó un ataque de sicarios en el sector Zafra del barrio Altavista, en el occidente de Medellín.
De acuerdo con información preliminar de la Policía, el caso se presentó a las 11:30 p.m. del pasado jueves, cuando las víctimas fueron acribilladas en unas escalas. Fueron identificadas como Maicol Estiven Echeverry, de 14 años, y Diego León Bermúdez, de 33 y conocido como “Diego Piquiña”, un supuesto coordinador de la banda “los Pájaros”.
Según la Corporación Humanitaria Justicia al Derecho, en el barrio donde fue asesinado el menor se da actualmente una disputa entre “Los Pájaros” y la banda “San Bernardo”.
La misma Corporación informó que lo que busca la banda “San Bernardo” es precisamente tener el control del microtráfico, de las extorsiones y demás acciones criminales.
En el hecho en el que murió Maicol Estiven Echeverry, conocido bajo el alias de “M”, también sufrió lesiones una venezolana de 48 años, habitante de un sector vecino.
Julio Rengifo, líder de derechos humanos de Medellín, contó que la banda “los Pájaros” sufre en este momento algunas fisuras que desencadenan un mayor número de enfrentamientos, generando una tensa situación que preocupa a los habitantes de la comuna. “Eso desató este doble homicidio del cabecilla y el menor de edad, nacidos y criados en Belén Zafra”, expresó Rengifo.
“El asesinato del menor de 14 años demuestra la vinculación y reclutamiento de niños y jóvenes a bandas criminales, no solo aquí sino también en otras zonas de la comuna 16 y de la ciudad”, manifestó Rengifo.
Los menores en las bandas se desempeñan como “campaneros”, es decir avisar a los miembros de las bandas delincuenciales cuando en las zonas hay movimientos extraños o acuden miembros de la fuerza pública, también cobran rentas ilegales llamadas “vacunas”, entre otras actividades delictivas.
Dentro de los factores que confluyen para que los menores sean reclutados de forma ilegal por las bandas de la ciudad está la vulnerabilidad económica y social, la ausencia de figuras paternas o de autoridad, la desescolarización y carencias afectivas.
Rengifo también comenta sobre una motivación social y es que se ha identificado que muchos jóvenes entran a estas bandas influenciados por otros miembros, para que en los barrios los consideren como “hombres grandes”, la adicción al consumo de drogas se liga al deseo de estar también al servicio de las redes de microtráfico y por supuesto algunos son obligados.
“Eso es algo que la Fiscalía no entiende cuando capturan a cabecillas de estas estructuras criminales, donde no toman ese delito de someter a los menores del conflicto, cuando capturan a un menor lo toman solo como un victimario olvidando que antes de serlo también fue víctima”. Sentenció Rengifo.
Meses atrás la Corporación Humanitaria Justicia al Derecho había identificado en Belén Zafra aproximadamente entre 15 y 20 niños y adolescentes que estaban al servicio de las organizaciones criminales. En la banda “Los pájaros” de la que hacia parte Echeverry habría entre 25 y 26 menores de edad al servicio de los criminales.
El año pasado se había advertido sobre alto el alto reclutamiento de menores por bandas criminales en Belén donde en promedio 30 niños había sido instrumentalizado en la comuna 16.
Adicionalmente, la Defensoría del Pueblo había alertado del reclutamiento y utilización por grupos ilegales de niñas, niños y adolescentes en distintos barrios de Medellín, donde las intervenciones que se han hecho por la institucionalidad sobre el tema se han quedado cortas.
“La institucionalidad no ha atendido con gran prioridad el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en la ciudad, se necesita un mayor impacto, dar soluciones y oportunidades sociales, académicas, laborales, culturales”, concluyó la Corporación humanitaria justicia al derecho en el comunicado donde relató la muerte del joven de 14 años.
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