Hoy, después de las 2:00 p.m., unos muros de la antigua cárcel del Buen Pastor y gran parte de la Casa San Juan Eudes, se convertirán en una gran nube de polvo para dar paso a la ciudadela de La Paz y la Noviolencia, una de las tres que espera construir Medellín: en Robledo, la Comuna 13 y la Plaza de Ferias.
Tras los estudios técnicos adelantados se determinó usar la implosión para derribar el 20 por ciento de la edificación, correspondiente a uno de los edificios del antiguo convento. La estructura donde funcionaba la cárcel se derrumba de forma manual.
Aníbal Gaviria, alcalde de Medellín, explicó que “la implosión es más rápida y menos costosa”.
En la ciudadela educativa ubicada en el Occidente de la ciudad, se invierten $120.000 millones en la construcción y puesta en marcha, recursos de la fusión Une-Millicom.
En el Fondo Medellín Ciudad para la Vida, creado con los dineros tras la aprobación de la fusión, se destinan $400.000 millones a la educación y la cultura.
Aunque los trabajos no empiezan aún, son 120 los jóvenes que están estudiando en los programas ofrecidos por el Instituto Tecnológico Metropolitano, ITM, y, para el segundo semestre se proyecta vincular otros 120 educandos.
La Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, es la encargada de los diseños, los que están en ejecución y se entregarán en octubre próximo.
Estos están pensados para edificar una construcción sostenible que incluye conceptos de bioclimática. El concepto incluye además, una flor en la que cada uno de los pétalos desarrolla el proyecto educativo, según explicó su gerente, Margarita María Ángel Bernal.
Otra de las fases, incluye una convocatoria pública en agosto y, la adjudicación sería en noviembre, de acuerdo con Sergio Roldán, director de la Agencia de Educación Superior, Sapiencia.
Las obras inician en diciembre próximo y tendrán una duración entre 20 y 25 meses según el mandatario municipal, para construir la ciudadela que ofrecerá unos 10.000 nuevos cupos en educación superior.