En una industria como la del entretenimiento, que mueve multitudes, emociones y marcas, también se producen impactos ambientales y sociales. Frente a esta realidad, Movistar Arena decidió asumir su papel con responsabilidad: quiere que los aplausos también signifiquen un gesto por el planeta.
Por eso, cada concierto es una oportunidad para sembrar conciencia. A través de acciones concretas, busca inspirar a los asistentes a adoptar pequeños cambios que, sumados, hacen una gran diferencia.
“Queremos aprovechar esa conexión que despierta la música entre sus fans para generar esa influencia positiva que sensibilice, normalice consumir moderadamente cualquier recurso, o clasificar correctamente los residuos y que inspire a todos a tomar acciones en pro del planeta”, dice Carlos Yepes, gerente Comercial de Movistar Arena.
El camino no ha sido fácil. Esta transformación requiere repensar lo cotidiano, invertir tiempo y recursos, y encontrar aliados comprometidos. Hoy, esa apuesta se traduce en logros concretos. La eficiencia energética ha permitido, por ejemplo, reutilizar aguas lluvias en los baños y operar con energía 100% renovable gracias a una granja solar en Norte de Santander.
En términos sociales, más de 120 recicladores y 65 madres cabeza de hogar encuentran en los residuos de los shows una fuente de sustento. Y a nivel ambiental, el Bosque Movistar Arena, que comenzó en Cundinamarca, ahora se expande hasta La Guajira, donde siembran manglares que compensan cuatro veces más carbono que un árbol de bosque tropical.
Todo esto no sería posible sin un fuerte componente pedagógico. La sostenibilidad aquí no se queda tras bambalinas: se vive y se comparte con el público. Así, asistir al Movistar Arena no solo es una experiencia inolvidable por lo que ocurre en el escenario, sino también por la certeza de estar en un lugar que respeta su entorno.
El mayor logro, sin embargo, ha sido convertirse en un referente regional. Sus acciones ya inspiran a otros espacios y empresas del sector a seguir un camino similar. Porque sí, el show debe continuar, pero no a costa del planeta. Y si es con propósito, mucho mejor.
Conozca más sobre las acciones de sostenibilidad de este escenario aquí.