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Síndrome de Asia y otras razones para la explantación

La salud encabeza la lista, pero la ruptura de los implantes o los cambios en los perfiles de belleza también hacen que esta cirugía sea cada vez más común.

  • Salud y estética han motivado el auge de la explantación l FOTO SStock
    Salud y estética han motivado el auge de la explantación l FOTO SStock
08 de julio de 2023
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Cuando una mujer siente la necesidad de remover sus prótesis mamarias los motivos pueden ser muy variados: algunas desean retirarlas porque estéticamente ya no se sienten cómodas; otras deben hacerlo por la ruptura del implante y, en otros casos, por la aparición de enfermedades.

De acuerdo con la última encuesta global de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (Isaps), la cirugía de aumento de senos sigue siendo la más común entre las mujeres, pero la explantación ha venido creciendo en los últimos años. En el 2021 aumentó en un 22,6 % el número de pacientes que se sometieron a este procedimiento.  

En temas de salud, el Síndrome de Asia (Síndrome Autoinmune Inflamatorio Inducido por Adyuvantes) es una de las razones principales por las que hoy más mujeres consideran la explantación o por la aparición de un linfoma. 

“Para los médicos el Síndrome de Asia es un tema nuevo, complejo y que aún no es muy claro. En este síndrome se combinan varios síntomas que no están ligados a los implantes como tal, pero se ha hablado mucho del tema en los medios y redes sociales, por lo que ha aumentado el número de consultas”, afirma Julián César Eusse Llanos, cirujano plástico, estético y reconstructivo de la Universidad de Antioquia. 

Entre las señales que se le atribuyen a este síndrome se destacan la fatiga crónica, alteraciones del estado de ánimo como depresión, dolores en el cuerpo, visión borrosa, caída del cabello, debilidad de uñas, entre otros. 

“No hay unos criterios clínicos exactos para determinarlo. Tampoco hay un estudio serio ni documentado que pueda soportar con claridad y con una carga epidemiológica fuerte una correlación estrecha o inequívoca. Por otro lado, aún no hay exámenes de laboratorio precisos para poder diagnosticarlo”, comenta Eusse, quien además es miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.

Aunque faltan estudios para diagnosticar el Síndrome de Asia derivado por implantes de silicona, la gran visibilidad mediática del tema ha elevado el interés de las mujeres por remover sus prótesis mamarias, pues algunas se sienten identificadas con los síntomas y ven la cirugía como una solución. 

Actualmente hay testimonios de mujeres que han sentido una inmensa mejoría después de removerlas y otras que no han percibido ese alivio, por eso la invitación del especialista Julián Eusse es ahondar en las razones para realizar la explantación, pues los síntomas también se pueden presentar por otros factores o enfermedades. 

En el caso de Maria Alejandra Mesa Jurado, la cirugía fue de gran ayuda. Esta mujer de 33 años se puso implantes en 2014, pero dos años después comenzó con fuertes dolores articulares, fatiga crónica, fotosensibilidad, pérdida de peso, migrañas, pérdida de la memoria a corto plazo, entre otros síntomas. 

Durante varios años fue diagnosticada con fibromialgia y estrés crónico, además le retiraron la glándula suprarrenal, pero no hubo mejoría. Fue hasta 2020, cuando se empezó a hablar del Síndrome de Asia, que se sintió completamente identificada. 

“Vi una luz porque todos mis síntomas coincidían. Consulté a varios cirujanos y me dijeron que el síndrome no estaba científicamente comprobado, pero que algunas mujeres sí sentían mejoría después de la explantación, así que tomé la decisión de hacerlo”, comenta. 

Semanas después de la cirugía sintió un alivio. “Mis dolores disminuyeron y ahora son manejables. Mi peso se reguló, disminuyó la fotosensibilidad, bajaron las migrañas. Sabía que las enfermedades no iban a desaparecer, pero hubo tanta mejoría que no he extrañado las prótesis”.

En caso de linfoma

También se ha ligado el tema de los implantes mamarios con el desarrollo de linfomas. “En el momento en que se coloca una prótesis, el cuerpo genera una cápsula de tejido fibroso para aislarla. Algunas marcas que han ido desapareciendo y los implantes macrotexturizados han estado relacionados con el desarrollo de linfoma de células gigantes. Esto se debe a alteraciones en la cápsula que rodea al implante. Este tipo de cáncer no se origina en el implante ni en la glándula mamaria, sino en la cápsula”, afirma el cirujano Eusse. 

El linfoma es un tumor que debe tratarse con toda la importancia por la vecindad que existe con el tejido mamario y requiere de un manejo particular según el caso. “Sin embargo, la relación que hay entre los implantes y el desarrollo de linfoma sigue siendo muy baja. En los implantes micro, nanotexturizados o lisos las probabilidades son mucho menores”, comenta. 

¿Y qué pasa si un implante se rompe?
Cuando el implante se rompe, la explantación o el cambio de prótesis también son necesarios. De acuerdo con Eusse, hay dos tipos de rupturas: intracapsular y extracapsular. 

En la primera el implante se rompe, pero la cápsula queda íntegra. Se debe extraer o cambiar, pero no es una emergencia, puede esperar algunos meses. Si es extracapsular, la posibilidad de que se filtre la silicona hacia los ganglios linfáticos es más alta, por lo que debe hacerse el cambio o la remoción de implantes rápidamente. 

Este fue el caso de Liliana Orrego Trujillo cuando empezó a notar deformidad, calambres y dolor en su seno izquierdo. Ella tenía prótesis desde el 2004 y, por orden de su ginecólogo, se hizo una ecografía que mostró que el implante izquierdo estaba roto y que había partículas de silicona regadas en el seno y por debajo de su axila. 

Cuando se enteró programó la extracción de prótesis y reconstrucción lo más pronto posible, pero no quiso nuevos implantes. “Con lo que sucedió me di cuenta de que ya no quería ningún cuerpo extraño dentro de mí y preferí mi tranquilidad”, afirma. 

Algo muy importante en lo que enfatiza el cirujano Julián Eusse es informar a los pacientes sobre la vida útil de los implantes para evitar enfermedades o accidentes. “No existen prótesis mamarias de por vida, estas solo duran diez años y deben revisarse constantemente para ver cuándo es necesario el cambio”, comenta.

Redefinir la estética

El solo hecho de que una persona no quiera llevar más las prótesis mamarias en el cuerpo ya es una razón para tomar la decisión de removerlas. Los perfiles de belleza han cambiado y muchas mujeres ahora simplemente no se sienten cómodas. “También hemos notado una disminución en los implantes grandes y ahora la mayoría buscan que sean más pequeños”, comenta Eusse. 

Leidy García Olarte, quién se puso prótesis mamarias a sus 24 años, ha considerado la opción de explantarse en los últimos años. “Todo inició cuando tuve que frenar las revisiones anuales por la pandemia, entonces cualquier molestia que sentía en el seno me asustaba mucho. Además, pienso que en su momento lo hice por vanidad, pero ahora que tengo 30 años sé que mi cuerpo no las requiere para verse bien. No tengo problemas de salud y los implantes están en muy buen estado, pero siento que no las necesito”, afirma. 

49 %
fue el aumento de la explantación mamaria entre 2018 y 2021, según la ISAPS.
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