Muchos medios nacionales han difundido la noticia de que “las víctimas del vapeo en Colombia van en aumento”, todo porque un estudio publicado en el Periódico Brasileño de Neumología, en el que recopilaron microdatos de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas (ENCSP) de 2019 y del Sistema de Información de Prestaciones de Salud (RIPS), incluyendo sexo, edad, ubicación y condición final (vivos o fallecidos) entre enero de 2020 y julio de 2022, encontró “245 casos de enfermedades relacionadas con esa práctica y 59 muertes por lo mismo”.
Sin embargo, para Héctor Pérez Madrid, médico toxicólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, merece la pena darle una revisada a la estructura del estudio, pues, según explica, en él, los investigadores toman unos datos de una encuesta nacional que se hizo en el 2019 sobre el consumo de sustancias psicoactivas e intentaron crear una relación entre estos datos y las muertes que se encontraron con el código diagnóstico U07.0, que es el código diagnóstico asociado al daño pulmonar por vapeo.
“Y aún así no se puede establecer si las personas a las que se les puso ese código diagnóstico realmente murieron por vapeo. Tendrían que haber ido a hacerles estudios específicos a esas personas, a ver si, por ejemplo, en sus pulmones encontraban sustancias que indicaran la relación directa. Es posible que, como estábamos en plena pandemia y como el código del covid-19 es el U07.1, por un error de digitación hayan quedado marcadas con el código U07.0”, explica.
Otro factor que no se tuvo en cuenta en el estudio titulado Perspectivas iniciales sobre las enfermedades asociadas al vapeo en Colombia: evidencia para la acción es que el paciente haya llegado a un centro médico con ese diagnóstico y después haya muerto no quiere decir que ese diagnóstico sea la causa de la muerte, pues tal y como comenta Pérez Madrid, la causa de la muerte pudo hacer sido un infarto o por covid-19. “Si soy sincero, la calidad de este artículo y la metodológica son muy pobres y, por consiguiente, sus conclusiones también lo son, pues asumen una correlación y una causalidad que para nada están respaldadas en los datos”.
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Puede que el estudio en sí tal vez no era para que todos los medios de comunicación publicaran: “El vapeo en el Colombia está dejando tantos muertos...”, tal vez era solo una buena hipótesis, o una aproximación inicial (como se vislumbra en su título) ante la evidencia que recogieron de las encuestas que ni ellos mismos realizaron.
Para llegar a esos otros resultados, a decir: “Los muertos en Colombia a causa del vapeo son X”, se requiere de un estudio complejo en el que se analicen los cuerpos de las personas que llegan a los centros médicos con un daño pulmonar asociado al consumo de vapeador para detectar o no componentes de los vapeadores en los pulmones y ahí sí poder establecer una relación clara entre la causa y el diagnóstico, qué tan grave es la afección, si se puede controlar o no, y qué tan frecuente fue el uso del vapeador. Pero en Colombia no se ha hecho ninguna investigación de este tipo.
¿Es mejor vapear que fumar?
Vapear produce una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias, aunque puede ser menos peligroso que fumar cigarrillo. Desde el punto de vista médico y de la salud pública: “Ninguna de las dos alternativas es buena para la salud. En alguna medida es cierto que vapear es menos dañino para la salud, pero ese menos no significa que no sea dañino, que también produzca enfermedades pulmonares y demás”, argumenta Guillermo Castaño, médico experto en adicciones y profesor titular de la Universidad CES. “El cigarrillo contiene muchas sustancias carcinogénicas como tolueno, formaldehido, benceno y nitrosaminas, y al requerir combustión deposita muchas de esas partículas en las vías respiratorias, mientras que los vapeadores contienen poca cantidad de esas sustancias”, añade el toxicólogo Pérez.