Han pasado más de 2.020 años desde el nacimiento de Jesús, sin embargo, aún hoy, en torno a la representación de la escena de su llegada al mundo (el pesebre), creyentes y fieles se reúnen a orar y a recitar en colectivo la Novena Navideña que precede, durante nueve días, el alumbramiento de la Virgen.
Pese a que la recreación del nacimiento es popular en distintos países de América Latina, en España e Italia, las palabras “¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos!” son pronunciadas solo en Colombia y Ecuador.
De acuerdo con la Conferencia Episcopal de Colombia, en una reseña publicada en su página oficial, Fernando de Jesús Larrea, sacerdote franciscano nacido en Quito (1700) y fallecido en Cali (1773), fue el autor de las oraciones y consideraciones de la novena al Niño Jesús. Los gozos, por su parte, fueron añadidos por la religiosa María Ignacia del Colegio La Enseñanza de Bogotá.
Luego de 167 años de publicada la versión original, la nueva novena (con los gozos) fue aprobada oficialmente por el Arzobispo de la capital colombiana. La tradición permanece solo en estos dos países (Ecuador, donde nació Larrea, y Colombia, donde murió), y en algunas regiones de Venezuela. Sus letras cruzaron muy poco las fronteras.