Un nuevo fracaso entre docenas de intentos hasta ahora. Ni señal de la buscada materia oscura.
Comprende el 27 % de la masa y energía del universo, pero no se detecta por ningún lado aunque se sabe que está por allí y se deducen algunas de sus propiedades.
El experimento LUX (Large Underground Xenon) reportó que en 20 meses de búsqueda, de octubre 2014 a mayo 2016 no encontró una sola señal de las Wimps, que se cree son las partículas que revelan esa materia (Weakly interacting massive particles), con lo que se oscurece el panorama.
Este experimento es el más avanzado para detectar esas partículas, si existen. Es un tanque dodecagonal de 48 por 48 centímetros con un tercio de tonelada de xenón líquido enterrado a casi 1500 metros en Dakota del Sur, Estados Unidos, diseñado para detectar el ‘halo’ de la materia,
La materia oscura es la explicación que se da a una discrepancia vieja, de los años 30 del siglo pasado, cuando el astrónomo suizo Fritz Zwicky observó que la cantidad de luz emitida por un lejano cúmulo de galaxias y la cantidad de masa en él, inferida por el movimiento de esas galaxias no concordaba. El cúmulo debería haberse disuelto pero allí estaba, lo que indica que contiene 100 veces más materia que la deducida (cifra afinada en tiempos recientes).
Se sabe que toda la materia que vemos en el universo constituye 5 % de él y que el comportamiento gravitacional de las galaxias solo se explica con un ‘algo’ 10 a 100 veces más masivo.
“Debería estar por todos lados, permeando nuestra galaxia y las demás, rodeándonos en todo momento con una densidad increíble, pero evitando su detección a pesar de más de 20 años de esfuerzos por físicos teóricos de todo el mundo”, explica un documento del LUX.