Tras once días de juicio y tres horas de deliberación, un jurado federal le ordenó al condado de Los Ángeles pagar 32 millones de dólares de indemnizaciones por el manejo que los bomberos y los policías le dieron a la escena de la muerte del deportista Kobe Bryant. El dinero será recibido por Vanessa, la esposa de la estrella de los Lakers, y por Christopher Chester, cuya esposa e hija también murieron en el accidente ocurrido en enero de 2020. El impacto que causó en la opinión pública la difusión del material fotográfico de los restos del helicóptero y de los cuerpos de las víctimas provocó que el gobernador de California firmara un proyecto de ley para prohibir que los socorristas compartan imágenes tomadas en los accidentes y los levantamientos de cadáveres.
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El jurado consideró que la existencia del material visual causó un innecesario estrés a los familiares de las víctimas mortales. Vanessa y Christopher testificaron en el estrado que vivieron con angustia la posibilidad de que las imágenes llegaran a los medios, y no le dieron validez al testimonio de las autoridades de Los Ángeles de la destrucción del material. Además, en el juicio se conoció que un funcionario del condado mostró en un bar las fotografías a quienes departían con él, otro dijo haberlas enviado a contactos mientras pasaba un rato de solaz con la consola de videojuegos. Un tercero las enseñó a sus compañeros en una velada de premiación.
