La lista de confirmados se completa de a poco. La boda es el 26 de agosto de este año; faltan apenas 13 días.
Los invitados van buscando su mejor atuendo. Nadie quiere lucir mal y menos en esta ocasión.
Y es que seguramente usted se ha casado o ha asistido a un matrimonio alguna vez en su vida. Pero créalo, este es uno totalmente diferente. Acá los ‘novios’ son de mentira, igual que los padres de la ‘pareja’ y hasta el cura. Nadie se casará realmente... ¡No se alarme! Así funcionan las falsas bodas:
El inicio
Érase una vez, un día cualquiera, en un restaurante de la ciudad de La Plata, Argentina. Cinco amigos que se conocían de hacer eventos, se reunían para cenar y tomar una copa. En medio de la plática tocaron el tema que despierta amores y odios: el matrimonio.
Se dieron cuenta de dos cosas, tenían ganas de casarse en algún momento pero posiblemente nunca compartirían juntos la boda: sus novias podían no ser muy cercanas a todos ellos como para incluirlos en la lista de invitados. Entonces, la chispa se encendió. Crearon un evento donde los invitados fuesen desconocidos que simplemente tuvieran muchas ganas de disfrutar la parte divertida de los matrimonios. La falsa boda había nacido.
Pero vayamos a lo más importante. Si ha llegado hasta este párrafo usted merece saber cómo funciona esta tendencia argentina, que, créanos, crece más rápido que las ganas de casarse de la mayoría.
De las redes a la realidad
La falsa boda se realiza una vez al mes. Supongamos que usted desea asistir a una. Entonces tendrá que estar bastante atento a las redes sociales, pues allí se anuncia la fecha y el lugar.
Después debe ingresar a la página donde se venden las entradas. Una vez allí, puede elegir qué rol quiere cumplir en la ‘boda’. Podría ser amigo del novio, amiga de la novia, familiar de la pareja, etc. De esa decisión dependerá su función en la noche.
Una vez que compró su entrada, recibirá en su casa una tarjeta de invitación al matrimonio. Le detallarán en ella el código de vestir y sobre todo la hora de la ceremonia. Pero ¡tenga cuidado! Si no quiere llegar tarde a una boda real, muchísimo menos a esta. Los organizadores harán lo posible por asemejar la realidad y después de la hora de inicio se cierran las puertas del salón para que nadie interrumpa tan solemne acto.
Toda una película
Una vez que llega el día de la boda empieza de lleno la experiencia. En el lugar hay bandas tocando en vivo, barra libre toda la noche, comida y sobre todo mucha gente nueva que podrá conocer.
Los novios entran y la gente grita eufórica. Los felicitan, como si los conocieran de toda la vida. Hay flashes de cámaras y sonrisas por todos lados. Como le dijimos, es la parte divertida de las bodas.