Libertad de movimiento, seguridad, tranquilidad, sueño placentero y funcionalidad son las principales características que deben tener en cuenta los papás al momento de decorar la habitación del bebé, pues ya no se trata de un simple dormitorio.
Siempre se había limitado el espacio a una cama cuna y un cambiador, pero muchas veces estos muebles no se utilizaban porque el recién nacido permanecía en la habitación de los padres. Sin embargo, ya no se piensa en preparar ese lugar de la casa de la misma forma; han cambiado los conceptos y el diseño, ahora todo se centra en la formación de la nueva persona que llega al hogar.
Andrés Páez, director de la Asociación Colombiana de Diseño, considera que es necesario buscar a un experto para decorar áreas como el dormitorio del niño, entre otras, debido a que “los objetos y los productos que habitan en esos espacios son mediadores para que nosotros hagamos actividades”.
Los tamaños de las alcobas, el nivel socioeconómico de las familias y los gustos son muy variados, por tanto, no es bueno limitarse a encontrar la decoración en internet o en revistas, sino buscar a un conocedor que revise primero cuáles son las actividades que ahí se desarrollarán, las personas que están allí, cuál es la experiencia que se espera y a partir de eso, comienza a organizar el lugar y los objetos.
Carolina Ortega Acevedo, especialista en decoración infantil de la empresa D’Corazón, afirmó que los padres primerizos están llenos de incertidumbre, pues no saben qué elementos disponer en el cuarto. Ante todo la asesora les explica la verdad sobre la nueva realidad que significa la llegada de un bebé a casa. También les pregunta ¿cómo quieren criar a ese hijo? Y con base en eso inicia el proceso para decorar.
Ya se está pensando en un diseño más enfocado en la crianza con amor, esto implica que los progenitores hagan colecho, es decir, duerman con el bebé, lo cual no es posible en una cama cuna. La transición del paso de la habitación de la pareja a la del nené puede durar hasta años. Actualmente, los creadores de esas zonas de la casa hacen la decoración para cuando el chico ya esté durmiendo solo.
Esta experta dice que recurre a la metodología Montessori, por eso se busca que haya libre movimiento con la ayuda de una cama de unos 7 centímetros de altura para que cuando el pequeño empiece a gatear tenga más facilidad de subirse y bajarse.
Se diseña una alcoba que sea a la medida de esa persona, donde empiece a disfrutar desde el gateo; por ejemplo, si en las noches rueda, que tenga unos sistemas de protección a manera de cilindros o bumper en la lencería y así no se golpee, indicó Carolina.
También se trabaja bajo la metodología Reggio Emilia, por lo que no se usan los corrales, ni los cerramientos de la cama cuna tradicional.