Tomar agua caliente cada mañana es un hábito que al adquirirse puede traer muchos beneficios en la salud. Debe estar a una temperatura entre 50 y 70 grados como máximo, ya que si la toman regularmente pueden quemarse la lengua.
Desde hace mucho tiempo se tiene la creencia de que tomarla incluso con limón cada mañana puede ayudar a adelgazar y esto, lo han intentado personas que han buscado la manera de bajar de peso.
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2016, “más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos”. Lo que puede desencadenar otras enfermedades o el empeoramiento de otras, como enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo 2.
Si bien existe esta creencia, no necesariamente el agua caliente ayude a adelgazar, lo que sí hace es que mejora la digestión, combatiendo así trastornos como el estreñimiento. Lo que hace es que estimula el tránsito intestinal e hidrata las heces para una fácil evacuación.
Además, según el diario La Vanguardia, tomarlo al levantarse es equivalente a la ducha en el interior del cuerpo. Además, relataron otros beneficios relevantes para la salud.
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“Contribuye a eliminar toxinas y restos de la cena que no se digieren, facilita movimientos intestinales, ayuda a controlar la presión sanguínea, a perder peso, a sobrellevar mejor los resfriados o evitar estreñimiento, combate el estrés y la ansiedad y descongestiona e incluso funciona como desintoxicante”.
Por otro lado, beber agua caliente influye de manera positiva en el sistema nervioso central y se ha evidenciado que tomar una bebida caliente hace que las personas se sientan menos ansiosas. Esto indica que estar bien hidratado y tomar bebidas calientes mejora el estado de ánimo y mejora los niveles de relajación.
