Está en el trabajo e irá a almorzar a casa, así que mira el celular para ver cuál es el camino más rápido. Aprovecha decirle a la olla arrocera que se encienda y cocine el arroz. Lo que usted quiere es abrir la puerta y que esté recién hecho.
Esa olla ya existe, tiene internet y una app que le da 2.450 posibilidades para prepararlo (ver ayuda). Es de esos objetos cotidianos a los que llegó la tecnología, con esa idea de hacerle la vida más fácil a la gente.
El pronóstico del centro de investigación Pew Research es que cada día, con mayor frecuencia, hará parte del día a día. Si se mira en retrospectiva, nunca antes las personas habían estado tan rodeadas de aparatos considerados tecnológicos.
Por estos días, tener un teléfono inteligente, usar un computador, llevar un wearable (dispositivos vestibles) como un reloj o una banda de monitoreo es común, o por lo menos cada vez menos extraño. Y la suma de otros es cada vez mayor.
Entre nosotros
¿Y cómo seguirá la tecnología integrada en la vida cotidiana? John C. Hart, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (Estados Unidos), dejó su respuesta a ese interrogante en la reconocida página Quora. Para él, el libro clásico de Donald Norman, La psicología de los objetos cotidianos, “revela cómo las ideas sutiles, pero brillantes, hacen que la tecnología en la vida cotidiana sea tan fácil de usar”. Hart no habla de nuevas creaciones, más bien destaca las innovaciones que se incluyen en los objetos actuales.
¿Hace cuánto existen los espejos? Miles de años, y siempre han sido eso, una superficie en la que se refleja la luz. ¿Qué pasaría si se le integran elementos tecnológicos? Podrían cambiar las formas en las que se interactúa con ellos. Para Hart, agitar los brazos frente a uno para dar una orden es de esas innovaciones que transforman lo cotidiano.
Esa característica ya la incluyen los fabricados por la compañía memory Mirror (MemoMi), con sede en Silicon Valley. Quien se pare frente puede visualizar cómo le quedarían puesta una prenda sin tener que usarla. Por ahora son exclusivos de tiendas de lujo como Ralph Lauren u otras como el retailer japonés Uniqlo. Que el espejo consiga eso es gracias a que incluye una cámara en la parte superior que ofrece imágenes de 360 grados de la persona que está en frente; además usa la tecnología de realidad aumentada.
Otro objeto, la nevera, ya también incluye una pantalla. El display sirve para dejar listas o cargar una fotografía. El electrodoméstico se conecta con el celular mediante una aplicación en la que se puede ver, por ejemplo, qué hay dentro, y así, si está mercando y no recuerda qué hay en ella, las cámaras le dan un registro.
Como diría el profesor Hart, la innovación puesta al servicio de lo cotidiano. En este caso, no hubo necesidad de inventar otra nevera sino aportarle las últimas tecnologías a una. Así están haciendo con otros objetos que acompañan a la gente en su día a día. Estos son algunos
