Si tiene un paquete de espaguetis, intente lo siguiente: tome un solo espagueti y cójalo por los dos extremos. Luego dóblelo hasta que se parta. ¿Cuántos fragmentos salen? Si son 3 o más, siga intentando hasta que solo salgan dos. No es fácil.
El reto del espagueti, que incluso llamó la atención del reconocido físico Richard Feyman, que una vez pasó una tarde partiéndolos en busca de una explicación teórica de por qué no se parten en dos.
El experimento del físico permaneció sin resolverse hasta 2005, cuando físicos franceses lograron una teoría para describir las fuerzas que obran cuando un espagueti es doblado. Encontraron que cuando ese palillo de pasta es doblado uniformemente desde los extremos, se quebrará cerca del centro, donde se curva más. Esa fractura inicial activa un efecto y una vibración que incrementa las fracturas. Su teoría ganó el premio nobel Ig, pero la pregunta quedó abierta: ¿Podría partirse un espagueti solo en dos pedazos?
La respuesta, de investigadores del MIT, es sí. Así lo presentaron en un artículo esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences, en el que muestran que lograron partir uno en solo dos partes: doblando y retorciendo cada uno. Hicieron experimentos con cientos de espaguetis con un aparato que fabricaron para eso.
Encontraron que si un palillo de la pasta es retorcido hasta cierto grado crítico y leugo doblado despacio se partirá en solo dos partes.
Para los investigadores, más allá de la curiosidad culinaria, el hallazgo puede ayudar a entender más la formación de grietas y para controlar fracturas en otros materiales, como estructuras multifibras, nanotubos o microtubos en células.
