Alrededor del italiano rondan varios misterios: ¿cómo era su aspecto físico?, ¿cuál es su verdadero rostro?, ¿cuántas y cuáles obras hizo? ¿por qué no firmaba sus cuadros? ¿la Mona Lisa (La Gioconda) está riendo?
A 500 años de su muerte, el genio italiano está tiene un espacio destacado en la historia del arte mundial, en especial, con obras como La Mona Lisa, La última cena y Salvatore Mundi.
La falta de información sobre su vida ha dificultado la construcción de un perfil claro de su identidad. No hay consenso sobre los retratos que se han hecho del florentino o los supuestos autorretratos.
En cuanto a su trabajo, el desconocimiento y la falta de documentación han aumentado la especulación del valor de sus creaciones. Lo que se sabe es gracias a la labor de los investigadores. Hay miles de libros, entre los más conocidos, la primera biografía hecha por Giorgio Vasari (1550) y Walter Isaacson, 2017. También están los análisis de sus códices, como se les conoce a la compilación de sus hojas manuscritas.
Este es el fascinante aporte de una mente prodigiosa del Renacimiento
