Los Whatsappoderes de Malala

Esta estudiante de periodismo, que ha logrado abrirse un espacio en EL COLOMBIANO para darles voz a los ciudadanos, habla de su vida y sus expectativas.

ILUSTRACIÓN MORPHART

Renovada, cargada de nuevas ideas y obsesionada con hacer de megáfono de los ciudadanos del Valle de Aburrá, regresó Malala a Medellín, desde el pasado 4 de abril, tras realizar una pasantía en Barcelona (España). Al volver anunció su nuevo reto: comunicarse con los ciudadanos a través de Whatsapp.

Desde 2012 el nombre abreviado de esta jovencita, que en realidad se llama María Adelaida, empezó a conocerse localmente tras colarse entre las páginas de EL COLOMBIANO, toda una proeza para alguien de su edad, pero que ella hizo posible gracias a su talento, activismo por crear conciencia ciudadana y empeño de hacerle eco a las inquietudes, quejas e iniciativas comunitarias.

Con 18 años recién cumplidos, la ahora estudiante de periodismo en la Universidad de Antioquia asegura tener la misma convicción que la motivó hace años a abrirse campo en un medio pero sin sacrificar su independencia y discernimiento crítico. “Siento que a veces los medios se ocupan de los grandes temas, que son muy importantes, pero que descuidan un poco lo local”, afirma.

Con esa meta como piedra angular, Malala regresa con más fuerza y su popularidad se contabiliza en la cantidad de mensajes diarios que recibe en su celular y que ella misma ha bautizado como “whatsappoderosos”, pero ¿quién es esta jovencita?, ella misma respondió como invitada al Perfil Tuitero de la semana a través de su cuenta de Twitter @soymalala:

¿Quién es Malala?

“Soy una joven de Medellín, estudiante de periodismo de la Universidad de Antioquia que trato siempre de actuar para lograr mejorar mi entorno”.

¿Con quién vive Malala y dónde?

“Vivo con mi mamá, Claudia y con mi papá, Jorge en el barrio Robledo”.

¿De dónde nació su vocación por el periodismo?

“Siempre he sido muy lectora y me gustaba escribir. También me gustaba hacer valer mis derechos y los de la gente. En el colegio era de las que sacaba el manual de convivencia cuando sentía que un profesor no nos estaba respetando un derecho. Entonces, primero pensé estudiar Derecho, pero luego, leyendo algunos grandes reportajes, supe que lo mío era el periodismo”.

¿Cómo logró Malala un espacio en EL COLOMBIANO para hacer periodismo ciudadano?

“Empecé yendo al periódico a unos talleres de Prensa Escuela y siempre trataba de ir a la redacción donde los periodistas. Y les hacía preguntas y ellos muy queridos respondían mis dudas. Y un día les dije que me gustaría tener un blog, y me dijeron que tenía que ser con una propuesta seria, entonces me quemé las pestañas haciendo una y, para mi sorpresa, no solo me permitieron abrir el blog, sino que me dieron espacio en sus páginas. ¡Muchas gracias!”

¿Qué le quita el sueño sobre Medellín y cómo visualiza esta ciudad que tanto dice querer?

“Me da la pensadera cuando veo fotos de esta ciudad antes, como era de verde, con ese cielo azul y ver ahora tanto cemento. Espero que las nuevas generaciones propiciemos cambios porque de lo contrario, la eterna primavera se convertirá en invierno”.

¿Qué fue a hacer en España y qué aprendizaje se trajo?

“Fui a hacer una pasantía en periodismo a Barcelona, al principio era un mes y resultaron siendo tres meses. Aprendí mucho de cultura ciudadana, pero sobre todo, de las formas en las que los ciudadanos pueden empoderarse para hacer valer su voz”.

¿Cómo ve ahora a Medellín en relación al primer mundo?

“Hum... Siento a Medellín un poco desordenada como ciudad, sobre todo en movilidad. Y de la seguridad ni hablemos. Sin embargo, ¡me dio una felicidad regresar! No es exageración que la gente de Medellín se destaca por su amabilidad”.

Recién llega a la ciudad y hay una crisis ambiental, ¿qué opina de esto?

“Claro, fue un impacto grande. La verdad, ¿quién de nosotros pensó que Medellín podría llegar a ese extremo con el aire? Y lo que pasa hoy es una suma de administraciones que se han hecho los ciegos con esto, y no solo eso, también estamos los ciudadanos, que sacamos el carro hasta para ir a la esquina, ¡somos el colmo!”

¿Qué es el Whatsappoder?

“Es que me di cuenta de que, si bien mucha gente no tiene redes sociales, una gran mayoría de personas sí tienen WhatsApp. ¡Entonces, la idea que tengo es que todos activemos nuestros Whatsappoderes como ciudadanos!”

¿Qué busca lograr con esa nueva propuesta de periodismo ciudadano?

“Lo que quiero es que todo lo que pasa en los barrios, en el Valle de Aburrá, pueda ser contado en un medio masivo. Desde huecos en las calles que llevan semanas sin ser tapados, hasta iniciativas positivas que surjan desde las comunidades”.

¿De qué se quejan más?

“Uff, de muchas cosas: la movilidad, los huecos en las calles, la basura en los espacios públicos, los conchudos que se toman las aceras, la falta de cultura ciudadana de los vecinos, la burocracia en entidades públicas, la situación de los habitantes de la calle, y por la coyuntura, de la calidad del aire”.

¿Malala tiene novio?

“¡No tengo por ahora, estoy metida de lleno en mis estudios y en esta iniciativa de periodismo ciudadano tan importante para mí!”

¿Qué les recomienda a los jóvenes que como usted sueñan con hacer periodismo?

“Pues yo apenas estoy empezando y me falta muuucho, pero sí me he dado cuenta de que todo lo que he leído, me ha servido un resto. Hay que leer, leer mucho”.

¿Alguna recomendación final o algo para agregar?

“Que los invito a que me escriban por WhatsApp al 3105177244 y que no todo tienen que ser quejas, también iniciativas positivas, que recuerden visitar mi blog www.elcolombiano.com/blogs /malala, que me tengan paciencia con WhatsApp porque son muchos mensajes para revisar pero a todos les respondo y, por último, que ¡esto funciona pero con ayuda de ustedes! .

¡Entonces la idea que tengo es que todos activemos nuestros #WhatsapPoderes como ciudadanos! @elcolombiano pic.twitter.com/LVNkJfT1rR
— Malala (@soymalala) 15 de abril de 2016