Una noche larga suele ser la Nochebuena, según la tradición. Para algunos se acaba cuando vuelve a salir el sol y... ¡Ya es Navidad!
Es que al decir 24 de diciembre la memoria trae a la mente momentos de encuentro con familiares y amigos, en los que se reza la última novena de aguinaldos, se cena juntos, se escucha y se baila música “parrandera”, y se toman “los traguitos”.
Si son recuerdos de la infancia, no falta aquel del juego en el que los niños de la familia tenían que encontrar al Niño Jesús para ponerlo en el pesebre, además era el día en el que podían acostarse tarde para esperar a que llegaran los regalos que habían pedido por portarse bien, o tras el arrepentimiento por las travesuras del año.
Otros recordarán que a su casa no llegaban regalos y que poca comida había. Tal vez hoy puedan decir que las cosas han cambiado.
En redes sociales, preguntamos a nuestros lectores cómo celebrarán esta Navidad y sus testimonios fueron de la ilusión a la nostalgia.