Zulia Mena y Francia Márquez, mujeres en la política; Betty Garcés, cantante de ópera de talla internacional; Caterine Ibargüen, medallista olímpica; Josefina Klinger, estratega de ecoturismo comunitario; Teresita Gómez, pianista; la Negra Grande de Colombia, cantante, actriz, folclorista; María Roa, defensora de los derechos de las trabajadoras domésticas; y Arnoldo Palacios, poeta chocoano.
Estos son los nombres y las ocupaciones de personajes que hacen parte de la lista negra colombiana, es decir, de “una lista que reconoce a hombres y mujeres líderes, innovadores y creativos de las comunidades negras del país”, como explica Andrea González, cofundadora de “El negro está de moda”.
Este es un proyecto cuyo objetivo es visibilizar la riqueza de la cultura negra y su aporte al desarrollo del país. Consiste en transformar el simbolismo de la palabra “negro” en algo positivo, por eso tienen en la lista negra, el mercado negro y el grupo de las ovejas negras a personajes admirables.
Detrás de esto están dos hermanas de Bogotá, Andrea y Mabel, preocupadas por las problemáticas que afectan a las comunidades afro. “Estamos orgullosas de nuestras raíces y de la diversidad de donde venimos, y sabemos que podemos contribuir a la igualdad”, afirman.
Ellas, desde la cuenta de Twitter de su proyecto @elnegrodemoda, estuvieron en el Perfil Tuitero de la semana:
¿Qué hacen para evidenciar que el negro está de moda?
“Usamos nuestras redes sociales para mostrar los aportes de mujeres y hombres afro que se destacan en diferentes áreas. Nos encontramos con representantes de las comunidades negras para conocer sus preocupaciones y propuestas. También damos visibilidad a los emprendedores y su trabajo para que cada vez más gente conozca su trabajo y los apoye. El objetivo inicial de esta primera fase es crear una comunidad de amigos y aliados interesados en trabajar por la igualdad”.
¿Cómo les han respondido?
“Llevamos seis meses gestando el proyecto. Hasta ahora todos quieren contribuir porque se asombran de no haber reflexionado antes sobre el uso del lenguaje y su impacto”.
¿Por qué decidieron jugársela por esto?
“Porque sabemos que para lograr una sociedad mas justa e igualitaria, tenemos que empezar por evidenciar el problema, y transformar la manera como nos vemos y nos relacionamos. En Colombia los niveles de pobreza y exclusión de la población afro son alarmantes y cambiarlo es una responsabilidad de todos”.
¿Apoyan el paro cívico que se lleva a cabo en Chocó?
“Sí. Conocemos que Chocó padece de mucha miseria, está olvidado literalmente y creemos también que la falta de reconocimiento y promoción de la zona es justamente porque se sabe de la precariedad en la que viven”.
¿Qué mensaje debería dejarle a Colombia que la mayoría de los medallistas olímpicos sean de raza negra?
“No debería sorprendernos. Lo que debemos valorar es que hayan llegado tan lejos sin ningún o poco apoyo. Los Olímpicos demuestran que en condiciones de igualdad todos tienen las mismas oportunidades de ganar y brillar”.
¿Cómo se está moviendo “el mercado negro”?
“El potencial es enorme, pero hay que trabajar para coordinar esfuerzos y lograr un mayor alcance”.
Acaban de pasar a la tercera ronda del Social Business Creation Program, ¿cuál es su propuesta allí?
“Creemos que nuestra idea puede aplicarse a otros contextos, con problemáticas y oportunidades similares. El consumo responsable y ético es una oportunidad para promover los productos de las comunidades de aquí”.
¿Cómo la raza negra ha marcado el ADN colombiano?
“Nuestras historia, nuestra cultura, nuestra geografía, nuestra gastronomía, nuestra música y nuestra resistencia son herencia de la riqueza de las culturas afro. Por eso ‘El negro está de moda’ es una invitación a reconocer de dónde venimos y a entender que juntos podemos construir una Colombia justa, respetuosa e igualitaria”.