Entre 2019 y 2021, las cuatro estaciones de medición de ruido ubicadas en Medellín superaron los 55 decibeles permitidos por la ley.
Bocinas de carros, vendedores ambulantes que amplifican su oferta con ruidosos parlantes, música de discotecas que se mezclan y perturban a los habitantes de los sectores de la 70, Ayacucho y la Avenida Oriental. En este Arranque, edición especial, les contamos el estado en el que viven cientos de ciudadanos de Medellín y las consecuencias que trae el estar expuesto a tantos niveles de ruido.