Bienvenidas las megaobras como el túnel de Oriente, pero hemos reclamado desde hace varios años, que paralelo a la construcción del mismo debían adelantarse obras complementarias, de lo contrario el túnel se convertiría en otro elefante blanco.
De nada nos sirve un túnel para ahorrarnos cerca de 23 minutos hasta el valle de San Nicolás, si allí vamos a chocar con vías caóticas para el tráfico vehicular.
Por lo tanto, el tiempo que nos ahorramos, e incluso más, se pierde en vías como la Aeropuerto José María Córdova - Llanogrande o las entradas a Rionegro y demás municipios en las que hoy ya es absolutamente complejo moverse.
Por eso insistimos ante los gobiernos Nacional y Departamental que es indispensable construir una mayor infraestructura vial para poder recibir el alto flujo de vehículos que pasarán por el túnel.
La palabra del gobernador, Luis Pérez Gutiérrez, es que con parte de los recursos del derecho de conectividad o tasa aeroportuaria se financiarán algunas de las obras complementarias del túnel.
Hay que tener en cuenta, incluso, que la plata que le llegó al departamento por la venta de Isagén, se destinará en carreteras que nada tienen que ver con las vías paralelas al túnel de Oriente.
