Es una buena iniciativa. La paz siempre hay que buscarla, sea cual sea el tema y el escenario. Si el Gobierno se sienta a conversar con la guerrilla, no veo por qué los integrantes de dos barras no son capaces de comportarse como gente correcta en un estadio de fútbol.
Contrasta el intento de la Alcaldía de Medellín con lo que sucede en Bogotá donde las barras de Millonarios y Santa Fe se citan para atacarse. Espero que los objetivos de esta oportunidad no se queden en un manual de buenas intenciones y se concreten en este clásico y los venideros. Que haya una concertación plena de que se va a ver fútbol y no a agredirse.
Hay posibilidad de que se rompan esos propósitos, porque a veces la intemperancia y vandalismo de algunos mequetrefes de las barras pueden provocar que se rompa la confianza de directivos y Alcaldía. De ahí en adelante, hay que tomar posiciones: o mano dura o volverlo a intentar. La paz no se logra en el primer intento.
Aún se nota diferencia entre Europa y América, entre sus torneos y los nuestros. Este entorno es violento, y allá es más civilizado. Los jugadores con su comportamiento también pueden ayudar bastante. Al país le serviría muchísimo un ejemplo de cordura y civilidad en el clásico antioqueño. Ojalá se consiga.