“Gobernados” por el terror viven los habitantes de Arauca y su vecina población venezolana de Apure, donde el Eln y disidencias se imponen. Tal situación fue denunciada por la Ong estadounidense Human Rights Watch (HRW), luego de una investigación en la zona. Los testimonios de los moradores advierten que la estrategia de los delincuentes es ejecutar acciones y programas que debería hacer el Estado, resuelven los líos entre vecinos, fijan reglas en establecimientos públicos e incluso aplican condenas de “trabajo forzado” a aquellos que violen sus políticas de miedo.
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