En un mundo en donde las economías son cada vez más globalizadas y en el que imperan mayores condiciones de competencia, el buen desempeño de los negocios y las empresas es un asunto de gran importancia para el progreso general.
Para impulsar y facilitar el desarrollo empresarial es fundamental disponer de un adecuado marco de políticas. Según el Banco Mundial, gracias a este se “producen beneficios económicos directos como son, por ejemplo, un mayor número de emprendimientos y más oportunidades de mercados”.
Por tanto, y como lo reitera el Banco, “las políticas gubernamentales juegan un papel decisivo en las operaciones diarias de las pequeñas y las medianas empresas”.
En este sentido, y con el propósito de promover el desarrollo de un entorno que facilite la creación y la operación de empresas en los países, anualmente el Banco Mundial elabora el informe “Doing Business”.
En esta publicación se presenta un conjunto de indicadores cuantitativos sobre las regulaciones que favorecen o restringen la actividad empresarial en 190 economías. En particular, se hace un seguimiento a las normas que afectan 11 áreas del ciclo de vida de una empresa.
En su última edición (Doing Business 2017: Igualdad de oportunidades para todos), el Banco destaca la intensa actividad que a nivel de los países se da para crear un ambiente que facilite el desarrollo empresarial. Así, en el último año 137 economías adoptaron 283 reformas para tal fin. Un 75 por ciento de estas reformas provinieron de los países en desarrollo.
Según la clasificación establecida en Doing Business 2017 sobre la facilidad para hacer negocios, Nueva Zelanda ocupa el primer lugar, seguida de Singapur y Dinamarca. Reino Unido y Estados Unidos están en los puestos 7 y 8.
En América Latina, el primer lugar lo ocupa México (47), seguido por Colombia (53), Perú (54), Chile (57) y Costa Rica (62). Por su parte, Ecuador está en la posición 114, Argentina en la 116 y Brasil en la 123. El último lugar en la región lo ocupa Venezuela (187).
En el reporte se señala que los países latinoamericanos han acelerado la implementación de reformas en asuntos como: mejorar los sistemas de pago de impuestos, facilitar el comercio transfronterizo y abrir una empresa.
Debe destacarse el hecho de que Colombia ocupe el segundo lugar entre las economías de la región ubicándose por encima de países como Chile.
Esto habla bien de las medidas y las reformas que se han venido adoptando durante los últimos años tendientes estas a reducir los trámites, los requisitos, los costos y los tiempos de las gestiones que a diario adelantan las empresas.
El aspecto en el que el país obtiene la mejor calificación (segundo a nivel mundial) es la obtención de un crédito. Luego vienen la protección a inversionistas minoritarios (13), la resolución de insolvencia (33) y la obtención de un permiso de construcción (34).
Por su parte, en los asuntos relacionados con el comercio internacional (121), el pago de impuestos (139) y en hacer efectivo un contrato (174) se obtienen las peores calificaciones.
A pesar de la relativa buena posición que ocupa Colombia en materia de medidas que facilitan la promoción y la operación de las empresas, es claro que el Gobierno tiene por delante inmensos retos para asegurar que los empresarios y los emprendedores enfoquen sus energías en el desarrollo y la innovación de los negocios.