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Por José Rafael Arango. Certified Sommelier CMS Jurado Concurso Mundial de Bruselas. IG: @joserafaelarango
Las primeras referencias escritas de la uva riesling, aparecen en el alemán valle del Rin, donde probablemente se desarrolló a partir de una vid silvestre durante la edad media, se cree incluso que se trataba de la cepa artigis minor de los romanos, mencionada por Plinio y Columela.
Esta primera referencia se remonta al año de 1435, reseñada en una antigua factura como riesslingen y su pronunciación actual aparece en 1522 en el herbario latino de San Jerónimo. Se extendió con rapidez por los valles del Rin y del Mosela a partir del siglo XVI y en el siglo XVIII conquistó el viñedo alemán, plantándose casi en exclusiva. Ejemplo de ello el popular Schloss Johannisberg en el Rheingau, uno de sus vinos íconos a nivel mundial. Desde este último lugar, se cree que debió llegar a la región francesa de Alsacia, posteriormente al Imperio Austrohúngaro, donde arribó simultáneamente a Austria, República Checa, Eslovenia y Norte de Italia, inmigrantes alemanes la llevaron al nuevo mundo en 1857 donde se plató en California y a finales del siglo XIX en Australia desde donde saltó a Nueva Zelanda y el resto del mundo.
Algunos ampelógrafos afirman que la uva riesling es el resultado de un cruce entre la cepa gouais blanc y la traminer, se caracteriza por tener racimos pequeños y compactos con bayas de color amarillo dorado, piel gruesa y pulpa perfumada con acentos cítricos. Normalmente se adapta a todo tipo de suelos calcáreos, pizarras, rocosos y arcillosos.
Pero donde despliega sus notas minerales, florales y los llamados terpenos (notas a combustible) es en suelos de pizarra y mármol como en el Rin alemán y en el Kamptal austriaco, de donde procede nuestro vino reseñado hoy.
Sobra decir que ama el clima frío, donde encuentra las mejores condiciones para su desarrollo, allí suele presentar vinos con notas a durazno, albaricoque, lima, manzana verde, tilo, toronjil, madreselva y un inconfundible aroma terpénico (como a gasolina o a pelota de caucho) derivado de un componente químico denominado TDN. En boca tienen una acidez punzante, nivel de alcohol medio y una nota a flores blancas muy atractiva. Gracias a la versatilidad de la riesling, se pueden producir vinos a partir de esta cepa, prácticamente de todos los estilos: secos, semi-secos, semi-dulces, dulces en vendimia tardía, Ice Wine y hasta sobremadurados con Botrytis.
Finalmente cabe destacar que los riesling mas valorados del mundo se encuentran en regiones frías, que precisamente son los que más desarrollan esa mineralidad, como los que se producen en Alemania, Alsacia, Austria, Eslovenia, Canadá y al norte de Nueva York.
Vino: Maximum Riesling 2019
Bodega: Hiedler
Uva: 100% Riesling
Zona: Kamptal
País: Austria
Enólogo: Ludwig Hiedler
Tiempo de Guarda: entre 6 y 8 años
Temperatura de Servicio: 10ºC
Importa: 90 Puntos
Alcohol: 13,5 % AbV