En esta IV Revolución Industrial debemos entender que el talento femenino marca pauta para que innovemos más y mejor. Desde la diversidad, no solo de género, también de pensamiento, cultural, racial, geográfíca, nos conectamos para tener soluciones diferentes y más cercanas a lo que espera el consumidor.
Desarrollando las habilidades exponenciales o de futuro, mal llamadas blandas, como la agilidad, flexibilidad, curiosidad, el ecosistema, trabajo colaborativo, el consumidor como centro, el pensamiento exponencial, la empatía, es como se marca diferencia en esta revolución industrial y en donde somos corresposables del desarrollo de un país, poniendo a nuestro favor el talento que tenemos. Esto se logra apalancándonos en el ecosistema y especialmente en el del país, porque entendimos que solos no lo podemos alcanzar. Así es como logramos materializar grandes transformaciones, que cumplan con el propósito superior que tenemos como empresa. En Haceb entendimos que el cambio de mentalidad es fundamental, que el ecosistema es clave para trascender, no solo en la forma como producimos, también en la manera como les entregamos, más allá de productos y servicios, experiencias a nuestros consumidores.
