Rechazamos y condenamos los actos perpetrados por el grupo de soldados implicados en un caso de abuso sexual a una menor (...). Pedimos agilidad en las investigaciones y que se den las sanciones que correspondan. Los sindicados enlodan el buen nombre del Ejército Nacional y dañan la labor de quienes diariamente se sacrifican por la paz y la tranquilidad de la sociedad. Ese actuar delictivo va en contra de los principios y valores institucionales.
Los principios y fundamentos de la Fuerza Pública se basan en la honestidad, rectitud, transparencia, respeto a los derechos humanos, entre otros; quienes se aparten de estos faltan al honor militar y reciben las sanciones de ley. Por ningún motivo los casos referidos son políticas inmersas en la doctrina militar; falta a la verdad quien así lo afirme.
Vemos con preocupación que los enemigos de la paz están aprovechando para desprestigiar a una institución bicentenaria a la que se debe tanto por su dedicación y esfuerzo en defender la democracia y el Estado de Derecho. No es momento de ensañarse contra una de las instituciones más queridas por los colombianos de bien y cuya labor permitió forzar el proceso de paz (...) Al Ejército es al que más le duele el actuar delictivo de unos pocos.
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