La valorización en Medellín tuvo una ruptura de más de 16 años, y luego de eso se inició un proceso muy ambicioso en El Poblado que incluía 23 obras por valor cercano a medio billón de pesos. Eso implicó altos costos para personas que no estaban acostumbradas a pagar valorización, y de allí que parte de la ciudadanía se declarara inconforme. Ahora la reforma tributaria trae la figura del cobro de valorización nacional, que antes no estaba permitida.
Nosotros recibimos todo este plan con varias obras concluidas. Las principales dificultades se relacionan con los diseños de las obras, y que se están interviniendo zonas muy consolidadas de la ciudad, lo cual hace muy difícil la gestión predial. Pero en general en Medellín la cultura contributiva es muy buena, y así haya algunas reticencias, la gente aporta.
Frente a las obras que han registrado sobrecostos por dificultades en la construcción, la Secretaría de Infraestructura adelanta procesos por incumplimiento. También lo ha hecho el Fonvalmed en las obras que contrató directamente por decisión de la administración pasada.
Esta administración concluirá las obras ya iniciadas, pero el alcalde, Federico Gutiérrez, ha sido enfático en que no habrá más cobros de valorización para obras nuevas.
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