Nos parece que hay que resaltar el crecimiento de 3.3 % de la economía colombiana, cuando la región está creciendo menos de 1 %, al tiempo que Perú, que era la economía estrella, está creciendo muy por debajo de nosotros. En segundo lugar, la demanda doméstica crece muy por encima del PIB, con una tasa de 5 % en el tercer trimestre del año. El buen desempeño del consumo privado se debe a choques importantes como la migración proveniente de Venezuela, que hace que 2 millones de personas aumenten el consumo en el corto plazo, y a las reducidas tasas de interés que permiten comprar bienes durables. Por el lado de la inversión, por fin las 4G están aportando al crecimiento.
Por otra parte, en términos reales la balanza comercial le restó al PIB 1, 9 puntos porcentuales. Además, la situación deficitaria de la cuenta corriente de la balanza de pagos es bien preocupante y tenemos que ponerle atención, porque a pesar de que en el corto plazo los flujos de financiamiento estén llegando, en cualquier momento puede dejarse de recibir la inversión extranjera directa.
En general, hay que resaltar el crecimiento en este año de Colombia, así como también señalar que los sectores que más crecen son los de servicios, una señal de que está cambiando la estructura de la economía colombiana, algo bien interesante que puede ser parte de la explicación de tener crecimiento con un desempleo tan alto.