Emitir esta carta pública es una decisión del fuero del Gobernador, no soy quién para decirle al Gobernador de Antioquia qué puede decir o no. Lo que hay que ver es que lo que está pasando con EPM es muy delicado y hay que hacerle frente a lo que se está sabiendo. En el debate que se hará en el Congreso (realizado ayer) vamos a presentar información relevante que muestran las preguntas -alrededor de 26- que en el polígrafo se les hicieron a los empleados de EPM. Tengo información sobre el temor de los empleados. Ese cuento de que se sometieron voluntariamente a la prueba del polígrafo no es verdad.
Los órganos de control de todo tipo tienen que actuar frente a todo lo que está pasando, pero igualmente nosotros debemos continuar con nuestra misión de ejercer control político, como lo estamos haciendo. Los entes de control harán lo suyo, nosotros seguiremos con nuestro trabajo sin que nos conviertan en indeseables, protegiendo a las empresas públicas y no a sus directivos. Para EPM todo el amor, pero no significa convenir con quienes han mal administrado a la empresa.
Hay una muralla de silencio en EPM que lo que busca es que la verdad no salga, y que sataniza el control político que estamos desarrollando.