Al mezclarse los dos temas (la necesidad de una Guardia o Policía Rural, y la posibilidad de que en sus filas puedan estar desmovilizados de las Farc) se ha creado confusión. Pero hay que separarlos. En Colombia nunca hemos contado, desafortunadamente, con una cuarta fuerza. Que es un componente distinto en las Fuerzas Militares al Ejército, la Aviación y la Armada. Y que existe en varios países: Guardia Nacional en Estados Unidos y Venezuela; Guardia Civil en España; Gendarmería en Francia y Argentina. Su papel es el control del territorio, porque la función del Ejército y de la Policía es otra.
Colombia tiene mucho déficit de control del territorio. Hay que hacer presencia también en el área rural. Ahora es un buen momento para llenar ese vacío, que podría ser creando una nueva rama de las fuerzas ya existentes.
Si de desmovilizan las Farc y el Eln, van a quedar muchos territorios vacíos sin presencia de actores reguladores, y el riesgo de que otros actores entren a disputar el control es muy grande. Que los desmovilizados sean parte de esa fuerza es una discusión que hay que dar, definir los criterios de incorporación. Hay experiencias en otros países. Y aquí en Colombia tampoco serían muchos los desmovilizados interesados en entrar a esa guardia.
