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Columnistas | PUBLICADO EL 13 mayo 2021

Y sigue el paro

Por Juan Gómez Martínez

Ya llevamos muchos días de muertos, daños, bloqueos, destrucción, encapuchados, mentiras, pérdidas, encarecimiento de la canasta familiar y nada que se arregla el paro.

Es que cuando no hay voluntad de arreglo y más bien se quiere que el caos continúe, no valen las reuniones, las conversaciones y las caras de buena voluntad.

Primero, hay que responsabilizar y hacer pagar los daños a los instigadores y organizadores del paro. Estos están a la vista: las centrales obreras, las organizaciones de maestros, Gustavo Petro (que se esconde, no da la cara) y la izquierda en general. Todos ellos, que llamaron a un paro, dizque no violento, deben pagar los resultados dañinos del tal paro.

La justicia tiene que actuar y sancionar de verdad a muchos criminales que, a la vista o infiltrados, cometieron infinidad de delitos. Recordemos varios casos: la quema de un CAI con los policías adentro y las frases ofensivas y amenazantes que les lanzaban, “cerdo, vas a morir quemado”. No sé si felicitar a los agentes por su paciencia o repudiarlos por no utilizar las armas de dotación contra esos delincuentes y asesinos. De todas maneras, la policía dio muestra de paciencia y tolerancia antes de usar las armas.

Hemos tenido que aguantar la falta de productos de primera necesidad, como la leche, los huevos, los pollos y el encarecimiento de la canasta familiar, por culpa de estos bandidos que se tienen que esconder detrás de una capucha. Las marchas fueron convocadas con motivo de una reforma tributaria, las pérdidas y el encarecimiento son mucho mayores que lo que significaba la reforma propuesta. El proyecto de ley se retiró y la protesta, por lo que ya no existe, continúa.

Las dudas por sucesos durante las protestas son muchas y creo que nos las deben resolver. Pongamos el lamentable caso de Lucas Villa en Pereira. Alegraba la marcha, hacía piruetas, bailaba y entusiasmaba a la gente. Todo esto nos lo mostraron en video. Le dieron ocho balazos, que es imposible darlos desde un vehículo en movimiento y a un blanco en tanto movimiento. Esto tuvo que ser de cerca. De una persona que estaba a su lado. El momento del abaleo no nos lo mostraron en el video. ¿En qué momento ocurrió? Sería muy importante que lo mostraran. Si todo lo anterior quedó en videos, el final no tiene por qué desaparecer.

Los daños a los semáforos, a las señales de tránsito, a las estaciones de buses, a los CAI, a las calles con las llantas quemadas y a tantos bienes públicos, valen más que lo que representaba la reforma tributaria. Suponemos que los organizadores del paro son quienes deben pagar lo que es de su entera responsabilidad.

Lo que más me duele, es ver a la autoridad que debe defendernos con las armas del Estado, pero no puede hacerlo. Que no puedan cumplir con el mandato constitucional de defender nuestras vidas y bienes porque hay una justicia no actuante. Salvemos a Colombia, exigiendo el cumplimiento de la Constitución

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