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Columnistas | PUBLICADO EL 30 noviembre 2020

Violencia de género, una pandemia de años

Por Ana María Moreno Gómez*

redaccion@elcolombiano.com.co

He tenido oportunidad de conocer a madres adolescentes a las que admiro profundamente porque con esfuerzo y determinación se transforman personal y profesionalmente, superan la pobreza y mejoran su calidad de vida y la de su familia. El 87 % de las jóvenes vinculadas a la Fundación que dirijo quedaron en embarazo siendo menores de 16 años y muchas han sufrido situaciones inimaginables de violencia y abuso que han marcado sus vidas y dejado huellas difíciles de borrar.

¿Cómo es posible que la violencia se nos vuelva cotidiana, parte de la normalidad? ¿Cómo es posible que lleguemos a creer que nos merecemos malos tratos y que no podemos vivir en ambientes sanos, respetuosos y llenos de amor?

La pandemia hizo crecer la brecha social y las desigualdades. Tuvimos un retroceso de más de 10 años, según comparativos de la encuesta de pobreza multidimensional del Dane. Este año hemos vivido una realidad preocupante. Según el Observatorio Colombiano de las Mujeres, una de cada tres mujeres en el mundo ha experimentado algún tipo de violencia en el ámbito doméstico durante el confinamiento y, en Colombia, se incrementaron un 175 % los reportes de violencia intrafamiliar durante el aislamiento preventivo obligatorio. Es paradójico que muchas veces el entorno “protector” se convierte en ese verdugo que les corta las alas y les inhibe la capacidad de salir adelante. Las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar viven un infierno en su propio hogar.

Más del 50 % de las jóvenes de la Juanfe ha sufrido abuso o violencia. Por la Fundación han pasado miles de adolescentes que, a muy temprana edad, han perdido la capacidad de soñar por tener parejas o familias maltratadoras y vivir en ambientes tóxicos que intensifican su vulnerabilidad y exclusión. En el 46 % de los casos de violencia sexual, la víctima vive con el agresor en la misma casa. Para el año 2019 se registraron en Colombia, en promedio, 60 casos diarios de violencia sexual y un caso de muerte a manos de terceros cada dos días y medio (Observatorio Colombiano de las Mujeres). En 2020, más de 200 mujeres y niñas han sido víctimas de feminicidio. Y lo más grave es que, hasta el pasado 31 de octubre, el 93 % de los asesinatos ocurridos permanecía en la impunidad.

Estamos convencidos de que es posible y necesario decir “¡No más!” y de que, a través de un proceso de transformación integral, cada mujer puede cambiar su presente y su futuro y frenar los ciclos de violencia que se perpetúan por generaciones. No podemos seguir cultivando una sociedad permisiva con la violencia de género y dejar que nuestros niños y niñas crezcan en medio del miedo, la tristeza y la rabia, porque esto causa daños irreparables en su salud física y mental.

La sociedad requiere de una transformación cultural profunda, tanto de hombres como de mujeres, donde exista cero tolerancia a la violencia de género. Denunciemos, no nos quedemos calladas, el silencio perpetúa el problema. No nos resignemos a pensar que la violencia es “normal”. No nos acostumbremos a vivir con agresores impunes. Este es un llamado con amor, empatía y con la certeza de que, para erradicar la violencia de género, el cambio debe empezar por casa .

* Directora Ejecutiva, Fundación Juanfe – Medellín.

Si quiere más información:

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