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Columnistas | PUBLICADO EL 15 mayo 2021

Una escucha generativa

Por ALDO CIVICOaldo@aldocivico.com

Que los jóvenes son unos vagos que no quieren trabajar. Peor, que son unos vándalos, que los empresarios son unos sin corazón. Que todos los políticos son corruptos. Son juicios que he escuchado de manera permanente durante estos días, cuando el caos parece profundizarse en el país y el malestar se ha tomado las calles. Además, percibo en muchos de mis interlocutores ansiedad, preocupación y frustración. ¿Qué futuro le espera a Colombia?

También observo el afán de superar la crisis y de encontrar soluciones, las que cada uno propone desde su propia burbuja. Quizás, es esta una de las causas más profundas del malestar que hoy se está manifestando en la superficie y que puede sugerir al mismo tiempo el camino para trascender el momento que Colombia está viviendo. Me refiero a la incapacidad de una escucha atenta, sincera, profunda del otro y entre todos. Colombia se presenta una vez más como un país fragmentado, donde cada fragmento parece capaz de conversar sólo consigo mismo; un país donde la tentación es pensar que la realidad empieza y termina en la burbuja de uno. Es como si muchos actores transformaran sus conocimientos en dogmas irrenunciables, prisioneros de una miopía social que solo les permite ver, considerar y valorar lo propio. Es una realidad donde el otro es percibido como un estorbo, un obstáculo, un inconveniente para los logros de uno. Otto Scharmer, el creador de la Teoría U, define esto como la escucha de primer nivel; donde cada uno se limita simplemente a apreciar lo que ya conoce y valora. Es un nivel de escucha que impide el cambio, la innovación y la transformación de los problemas. Es aquí donde estamos en este instante en Colombia.

Por el contrario, lo que se necesita es una escucha generativa. Poseen esta habilidad quienes son capaces de salirse de su propia burbuja y abren su corazón, mente y voluntad a lo que pasa en todo el sistema. No solo son capaces de ponerse en los zapatos del otro, apreciando su experiencia y punto de vista, sino que son capaces de escuchar a todo el sistema, que nunca habla al unísono, sino que es una cacofonía de voces, historias, ideas y posiciones, muchas veces en disonancia. Pero en esta disonancia se reconoce la importancia de cada una de las voces. Es una escucha que requiere un nivel de conciencia mucho más alto para quienes se encierran en la comodidad de su burbuja. Solo una escucha generativa es capaz de conectarse con el futuro que quiere emerger.

Las preguntas que me hago son las siguientes: ¿serán capaces los líderes de este país de salirse de sus burbujas y de actuar desde una escucha generativa?, ¿serán capaces de salirse de sus burbujas, para escuchar, abrazar, e interactuar con todo el sistema y sus disonancias?, ¿serán capaces de acoger la incomodidad que esta práctica requiere? ¿Por los menos algunos líderes, serán atraídos a eso? La respuesta positiva o negativa a estas preguntas determinará el futuro y el destino de este país

Aldo Civico

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