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Columnistas | PUBLICADO EL 24 julio 2020

Rusia y China suman a la miseria de Siria

Por James Risch*

A principios de este mes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el mundo tuvo un vistazo previo a cómo se ve el “liderazgo” global de Rusia y China: un orden mundial donde los más vulnerables sufren por el bien de las ganancias políticas de los que están en la cima.

Dos veces, Rusia y China vetaron resoluciones de la ONU que habrían asegurado que ayuda humanitaria que salva vidas pudiera llegar a millones de sirios que sufren a través de cruces fronterizos vitales. Los 13 miembros restantes del Consejo de Seguridad, junto con los líderes de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales que sirven a los sirios, abogaron enérgica y públicamente por la renovación y reapertura de tres cruces fronterizos. Pero después de días de intensas negociaciones, la resolución aprobada permite que solo un punto de cruce del noroeste permanezca abierto durante los próximos 12 meses. Lamentablemente, este cruce no será suficiente para los millones de sirios que siguen dependiendo de la asistencia de la ONU para sobrevivir.

Esta alianza nefasta dentro de Consejo de Seguridad está privando a millones de civiles inocentes, incluyendo a niños, de alimentos, medicamentos y cuidado, todo a favor de solidificar la así llamada legitimidad del régimen asesino del líder de Siria, Bashar al-Assad. Ninguna potencia realmente grande se comportaría de esta manera.

Los recientes acontecimientos en las Naciones Unidas han confirmado las prioridades de Vladimir Putin y Xi Jinping. Primero, Rusia continúa alcanzando nuevos bajones en su búsqueda para asegurar su posición en Siria y a lo largo del Mediterráneo. Rusia protege al brutal régimen de Assad sin tener en cuenta sus atrocidades contra el pueblo sirio. Las Naciones Unidas informaron que Rusia ha ayudado en el bombardeo de hospitales y centros civiles en toda Siria. Sin embargo, la participación activa del régimen ruso en los esfuerzos por oprimir y negar el alivio al pueblo sirio no debería sorprendernos. Después de todo, así es como los líderes de Rusia tratan a sus propios ciudadanos.

En segundo lugar, China no tiene interés creíble en el conflicto sirio, sin embargo, sigue vetando las resoluciones que proporcionarían asistencia vital, la mayoría abrumadora de la cual es proporcionada por Occidente, al pueblo sirio. El mundo ha sido testigo de los horrendos abusos contra los derechos humanos que el Partido Comunista Chino comete en su país, incluidos aquellos contra uigures y tibetanos. El partido afirma que estos son asuntos internos, sin embargo, las acciones de China en el Medio Oriente, que ponen en peligro la vida de los sirios, muestran que Beijing no es tímido al entrometerse fuera de sus fronteras. Estados Unidos apoya los derechos humanos del pueblo sirio, tal como lo hacemos con los uigures, los tibetanos y otras minorías perseguidas en China.

A medida que Rusia y China siguen mostrando sus verdaderos colores, es importante recordar que los americanos están entre los mayores proveedores de ayuda humanitaria para el pueblo sirio. Estados Unidos está liderando el camino para responsabilizar al Sr. Assad por los crímenes que ha cometido, y continuaremos respaldando al pueblo sirio trabajando hacia una solución política. Los sirios merecen un futuro mejor y más brillante.

En el futuro, los Estados Unidos, el resto del Consejo de Seguridad de la ONU, los grupos de ayuda privada y otras agencias de las Naciones Unidas tienen que aumentar la presión sobre Rusia y China. El mundo necesita saber quién es responsable de eliminar esta asistencia vital para el pueblo sirio. Esta no es una confrontación entre Estados Unidos y Rusia y China. Es el mundo entero contra Rusia y China.

En 12 meses, cuando la resolución del cruce fronterizo de Siria vuelva a renovarse, Rusia y China seguramente volverán a estar del lado equivocado de la humanidad. Estas acciones resaltan la actitud de China y Rusia en el escenario internacional, donde la indiferencia cruel hacia el resto de la humanidad es la marca registrada de su política exterior.

Es imperativo que hagamos resistencia a este comportamiento ahora. Si no lo hacemos, repetiremos esta misma pelea por años venideros. Por el bien del pueblo sirio, y el resto del mundo, no los podemos dejar ganar .

* Republicano, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU.

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