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Por Rubén Darío Barrientos G. - opinion@elcolombiano.com.co
Si hay algo que no se olvidará del presidente Gustavo Petro Urrego, es su forma tan peculiar de lanzar frases aparatosas, muchas veces imposibles de interpretar, definitivamente inverosímiles, antinómicas o sacadas de la estratosfera. Su pensamiento, que se mueve entre delirante y soñador, le ha deparado enunciados confusos e inteligibles. Para la muestra un botón: “No somos más que agua pensante en forma de energía condensada”. Esto lo dijo, en un discurso pronunciado en el Tolima, el pasado 24 de febrero.
No solo los habitantes de este país sufrimos los rigores de sus rarezas de lenguaje. CNN, la BBC y El País de España, entre otros medios, reproducen con frecuencia sus fraseologías tan excéntricas. Además, parte del tiempo de sus días lo dedica al activismo digital, una obsesión que parece no tener fin. “Definitivamente, Petro está ensimismado en la metafísica de la virtualidad”, escribió Pablo Uribe Ruan, un columnista internacional de El Debate, un periódico digital español.
“Somos etnia cósmica”. Petro, volvió por sus fueros en su lado “filosófico” y, claro está, agitó otra vez las redes sociales. Pero la pregunta que afloró fue: ¿Y qué quiso decir? En otra ocasión afirmó que “estamos ad portas de la sexta extinción de la humanidad”. Dice la historia que la quinta y última, fue hace 65 millones de años: la extinción del Cretácico-Paleógeno. Y contragolpeó con otra: “Colombia no es potencia mundial de la vida y tampoco el mundo se va a acabar”.
Le sumamos a su cosecha, una más, pronunciada ante la ONU: “La vida es un virus, ojalá lo expandamos por las estrellas del universo”, la misma que desató una ola de memes y comentarios de mofa en X. Y a propósito de X, la filosofía de Petro, es nítida: “Primero 'trino' y luego existo”. Con furia no contenida, se refirió a las periodistas de horario estelar de televisión y las tildó de “periodistas del poder, muñecas de la mafia”. En un primer consejo de ministros televisado, se vino lanza en ristre con más frases de colección: “La cocaína es ilegal porque la hacen en América Latina, no porque sea más mala que el whisky. Eso los científicos lo analizan”.
Posando de analista político, conectó un cuarteto de perlas: “Venezuela es una democracia envidiable”, “la democracia es un engaño de la burguesía”, “no hay que respetar los resultados de las elecciones, si no me benefician” y “el presidente debe tener el poder de cerrar medios de comunicación. Y se hizo una autocrítica en el antedicho consejo de ministros del pasado 4 de febrero: “Por eso, todas las veces, yo en mis discursos hablo de historia y nadie me entiende”.
Y para hablar de asuntos no muy lejanos, ya supimos que el ministro de Educación, Daniel Rojas, reprobó la tesis de maestría en la Universidad Nacional. Pues bien. El presidente no se quedó en silencio y dijo esta perogrullada: “Es mejor presentar la tesis hecha por uno mismo, que copiar la tesis hecha por otros”. Entretanto, Petro se refirió a que “hay fuertes energías que rondan la Casa de Nariño. El palacio debe estar lleno de fantasmas”. Y, de contera, en el segundo consejo de ministros (3 de marzo último), estampó esta frase singular: “La exposición al sol en una democracia, achicharra los vampiros”. Bueno, dejemos ahí ...
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