viernes
0 y 6
0 y 6
¿Quién soy? Esta es quizás la pregunta fundamental que deberíamos hacernos en la vida. Está convencido de esto el autor Borja Villaseca, quien, en un reciente encuentro en Barcelona, hablando de su último libro “Las casualidades no existen” (recomiendo mucho el libro), me compartía cómo el autoconocimiento es la premisa para encontrarnos con nuestro yo auténtico, soltar nuestros miedos, volvernos amigos de nuestra sombra y, finalmente, poder vivir una vida auténtica. Es decir, el autoconocimiento como base y método de la transformación y del encuentro con uno mismo. No somos nuestros pensamientos. No somos nuestras emociones. No somos nuestras creencias. ¿Quiénes somos entonces? Una pizca de escepticismo, cuestionando lo que creemos, sentimos, vemos, nos puede ayudar a empezar esta exploración. Para Borja Villaseca el escepticismo es un signo de madurez.
La pregunta de quiénes somos también se la han hecho los grandes maestros del espíritu. Hay un librito de Sri Ramana Maharshi que propone esta pregunta. Para lograr la felicidad uno tiene que conocerse a sí mismo, le manifestaba este maestro a sus discípulos. No somos nuestros órganos, nuestros sentidos, ni la mente que produce los pensamientos. Somos consciencia pura y podemos acceder a esta esencia sólo cuando nos desprendemos del mundo; cuando dejamos que el mundo deje de existir. Es decir, cuando nos liberamos de cualquier ilusión. Cuando la mente se aquiete, el mundo desaparecerá, declara Sri Ramana Maharshi.
La pregunta se hace aún más fascinante y urgente en un mundo donde los cambios son vertiginosos, donde te acuestas de noche para despertarte en un mundo completamente distinto y donde la ciencia ficción parece un subgénero del realismo. Pero, quizás, el tema más inquietante de nuestra era es que el conflicto hoy no es entre el individuo y las masas, como se sostenía en décadas pasadas, sino que el conflicto hoy es dentro de nosotros mismos. Es la reflexión que proponen Shumon Basar, junto a Douglas Coupland y Hans Ulrich Obrist, en su más reciente libro, “The Extreme Self”, el yo extremo; una reflexión filosófica sobre el presente, presentada en forma de memes. Cada vez más, sustentan los autores, vivimos en una realidad donde nuestra individualidad se duplica en el metaverso y donde, en la economía, los productos son cada vez menos tangibles y son cada vez más las huellas digitales que dejamos en el mundo online. Nuestros deseos, sentimientos, impulsos, y pensamientos son clasificados por un algoritmo. “¿En qué momento dejas de convertirte en persona y te conviertes en objeto?”, se preguntan los autores. El individuo, en el sentido clásico, está desapareciendo y seguir siéndolo puede hasta parecer hoy una desventaja. ¿Cómo salvarnos de la dictadura del algoritmo?, le pregunté a Borja Villaseca terminando nuestra conversación. “El desarrollo espiritual te lleva a vivir conscientemente; te lleva a vivir despierto. Porque ya no estás hipnotizado por tu mente. La vía es la meditación, la contemplación, el silencio, la espiritualidad. Al dejar de estar hipnotizado, el sistema ya no tiene poder sobre ti. Esta es para mí la verdadera revolución: el despertar de la consciencia”. Preguntémonos entonces con atención: ¿Quién soy?