Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 27 febrero 2022

¿Qué hace la mujer “que no hace nada”?

La mujer que ha sido acusada históricamente de “no hacer nada” es aquella que puede ser una madre cabeza de familia, como cuatro de diez madres en Colombia lo son.

Por Juliana Velásquez Rodríguez - JuntasSomosMasMed@gmail.com

Un niño indio de octavo grado, Anujath Sindhu Vinaylal, dibujó a su mamá, haciendo múltiples labores, como respuesta al comentario de su padre de que “su mamá no hacía nada”. El dibujo se volvió viral y, con seguridad, fue punto de partida para muchos análisis. Incluido este. Ha sido conocido el viejo conflicto innecesario y vacío entre las mujeres que “trabajamos” y las mujeres que “no hacen nada”. Hoy, como mamá que trabaja, si por trabajo se entiende una labor profesional remunerada, quiero hacer una defensa de la mujer cuidadora.

La mujer que ha sido acusada históricamente de “no hacer nada” es una mujer que, en el caso colombiano, puede ser una madre cabeza de familia, como cuatro de diez madres en Colombia lo son. Con la responsabilidad exclusiva sobre sus hijos y la obligación de buscar la manera de sobrevivir y sacarlos adelante. ¿Cuántas mujeres a punta de “no hacer nada” graduaron hijos de universidades y con orgullo y lágrimas en los ojos cuentan que son profesionales? También puede ser una mujer agricultora, que, con la capacidad femenina de organización y ejecución, se encarga de su casa, de su familia, de las cuentas de la cosecha y de administrar los escasos recursos provenientes de lo que pueda recoger del campo. En Colombia, casi el 40 % de las mujeres rurales no tiene ingresos propios, de acuerdo con la Cepal. ¿Estas mujeres no hacen nada? ¿O hacen mucho y no son remuneradas?. También la mujer que “no hace nada” puede ser una emprendedora, que con el producto de su negocio no solo encuentra una forma de vida para los suyos, sino que también emplea a otras mujeres. Las emprendedoras colombianas, formales o informales, son grandes generadoras de empleo femenino.

Pero estas mujeres nos muestran una realidad dolorosa: la informalidad femenina. La informalidad de mujeres en Colombia es del 49,1 % según el Dane. Esta informalidad es, tristemente, clasificada como “no hacer nada”, pero hacen mucho y hacen todo, mientras están desprotegidas en seguridad social, con el trabajo extra del cuidado de sus hogares y sometidas al desprestigio de sus labores y al cuestionamiento de su valía como personas y como mujeres.

A todas aquellas mujeres que de cualquier forma no tienen un trabajo remunerado les digo que las reconozco como mujeres trabajadoras. Que estamos en deuda de reconocer, en términos materiales, el valor de lo que hacen. Que estamos en deuda de trabajar en mecanismos innovadores para darles un mejor acceso a seguridad social y una remuneración a sus labores y más y mejores apoyos en el cuidado de sus familias. Y a todas aquellas que de manera voluntaria tomaron la decisión, a veces dolorosa, a veces difícil, de dedicarse exclusivamente al cuidado de sus hijos, les quiero decir que reconozco lo que hacen como un trabajo, el trabajo de la mujer cuidadora.

La equidad de género es tan amplia en su entendimiento y alcance que permite cierta apropiación personal. La mía es la convicción absoluta de que la verdadera libertad consiste en el poder de tomar decisiones y en que, por lo tanto, el respeto de las mujeres por las decisiones de otras mujeres, especialmente cuando son distintas a las propias, encierra en sí mismo brechas de género. El entendimiento cuidadoso de la realidad de la mujer “que no hace nada” invita a la acción y corrección de inequidades históricas. Las entiendo, las veo y las respeto, colegas.

Juliana Velásquez Rodríguez

Si quiere más información:

.