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Columnistas | PUBLICADO EL 25 marzo 2023

Punto de encuentro

En Colombia existen ya los primeros pilotos de generación de energía geotérmica en Meta y Casanare, gracias a la política de transición energética y al apoyo de universidades públicas.

Por Diego Mesa Puyo* - d.mesapuyo@columbia.edu

Hay un tipo de energía limpia, abundante y confiable, para la cual la experiencia en exploración y perforación de más de 100 años que tienen las empresas petroleras, así como su músculo financiero, serán necesarios para la transición a una economía más baja en carbono.

La energía geotérmica, la cual se obtiene del calor generado al interior de la corteza terrestre, puede proporcionar electricidad de manera constante cuando no brille el sol, no sople el viento o haya largos periodos de sequía que afecten la generación hidroeléctrica. Adicionalmente, esta tecnología es más limpia que el gas natural y requiere menos extensión de tierra que los parques eólicos o las granjas solares.

Las oportunidades de producir energía geotérmica abundan en zonas volcánicas donde el movimiento de las placas tectónicas ha empujado el magma, o rocas semi-fundidas y extremadamente calientes, hacia la superficie. En Colombia, los depósitos naturales subterráneos de vapor y agua caliente aptos para la producción de energía son comunes en las cadenas volcánicas que están concentradas en el centro y sur occidente del país, las cuales generalmente se encuentran dentro de parques nacionales naturales o áreas protegidas. Afortunadamente, ya se ha demostrado que es posible desarrollar proyectos geotérmicos en cualquier parte y no solo en lugares con depósitos naturales someros. Sin embargo, esto requiere hacer perforaciones profundas y horizontales para poder fracturar rocas calientes que emanen calor o vapor hacia la superficie. En otras palabras, la tecnología que se conoce como fracking, puede ser utilizada para obtener calor y generar energía limpia en vez de extraer hidrocarburos. Adicionalmente, investigadores y emprendimientos en Estados Unidos están experimentando con el uso de geotermia avanzada para alimentar sistemas de captura de carbono y almacenar el exceso de energía bajo tierra, lo cual podría convertirse en una especie de batería natural.

Aunque hay países como Islandia que, por sus características geológicas, hoy pueden suplir hasta un 25 por ciento de su demanda de energía eléctrica con esta fuente, todavía existen obstáculos para su desarrollo comercial a nivel global. Por ejemplo, perforar pozos a kilómetros de profundidad es costoso y conlleva un alto riesgo financiero y tecnológico. Y es justamente acá donde entran las empresas petroleras. Las tecnologías para hacer exploraciones ultra profundas, así como la perforación horizontal con estimulación hidráulica, se perfeccionaron durante el auge del fracking en los últimos 20 años en Estados Unidos y hoy están a disposición del sector para generar energía limpia y competitiva. Incluso, algunas empresas están ensayando la conversión de pozos de petróleo y gas existentes o abandonados a pozos geotérmicos. En Colombia ya se han dado importantes avances en este sentido. Justamente hace exactamente un año se pusieron en operación los primeros pilotos de generación de energía geotérmica por empresas petroleras en Meta y Casanare, gracias a la política de transición energética y al apoyo de universidades públicas. Seguir promoviendo la energía geotérmica seria un gran punto de encuentro entre el sector petrolero, que tiene el know-how y el capital para desarrollar esta tecnología, y la aceleración de la transición energética..

*Miembro Distinguido Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.

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