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Leer el último informe financiero de Empresas Públicas de Medellín, me recuerda la obligación de defender no solo el patrimonio público, sino, además una empresa que durante los últimos 67 años ha aportado al desarrollo de Medellín y del país entero.
La situación financiera de EPM fue mi preocupación constante durante el gobierno de Federico Gutiérrez, en ejercicio de mi curul como concejal. Producto de dicha preocupación hicimos varios debates de control político bastante criticados con el argumento de que hablar de EPM era no quererla, no ayudarle. En este contexto y en ese momento los llamamos “El Debate del Amor”.
Hoy nuevamente se hace necesario hablar de mi empresa, de nuestra empresa, y nuevamente me mueven las mismas razones, mi profundo amor y la responsabilidad que me lleva a hacer de manera continua el control político al que me obligan la Constitución y la Ley.
Queremos exponer nuestra preocupación por el estancamiento de EPM desde el punto de vista financiero, bajo la administración del alcalde Daniel Quintero y presentaré algunos de los datos que me permiten hacer esta aseveración.
Planteamos en el año 2019 nuestra preocupación por los pasivos de la empresa que para ese entonces ascendían a 30.6 billones de pesos, ya para ese año, esta cifra era escandalosa y dejaba a la Empresa en alto riesgo financiero. Hoy ver cómo en solo tres años, los pasivos ascienden a 42.2 billones, nos permite decir que estamos en peores circunstancias. El señor Federico Gutiérrez aumentó en cuatro años 7 billones y esto, es realmente grave, pero hoy nos enfrentamos a una administración que en tres años ha aumentado en 12.2 billones la deuda de nuestra empresa. ¿En cuánto quedará si seguimos cómo vamos?
Una manera de demostrar como no ha avanzado EPM en los últimos tres años es que el resultado integral, es decir la utilidad neta, después de descontar todos los gastos, costos e impuestos, cerró en tres billones, mientras que en 2019 cerró en 3.1 billones. Finalmente, nos encontramos ante una administración que a todas luces se interesa más en el ruido de las redes, casi siempre con posturas mentirosas, que en el bien común para Medellín y sus habitantes. La empresa viene aumentado su nivel de endeudamiento de manera exagerada y su flujo de caja sigue en crisis creciente desde el gobierno de Federico Gutiérrez hasta hoy.
EPM debe cumplir su función social, ni en Medellín ni en Antioquia deben existir desconectados de energía ni agua potable, además de ser pioneros en energías limpias. EPM debe ser para la ciudadanía.
El Debate del Amor continuará...
P.D. Tristemente los derechos de petición enviados a EPM y a la Administración Municipal, siguen siendo contestados como una burla al control político y a la democracia. Esto nos coloca en la obligación legal y política de exigir que este problema sea resuelto por los órganos de control.