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Columnistas | PUBLICADO EL 23 marzo 2023

No descarrilemos la economía

Los marxistas olvidan también la libre elección y la identidad plural de los seres humanos, es decir, ser trabajador o empleado no es la única condición posible de una persona.

Por Mauricio Perfetti Del Corral - mauricioperfetti@gmail.com

En un país marcadamente desigual, la idea de cambio según las doctrinas liberales no parece algo descabellado. Es más, la reducción de las enormes brechas urbano-rural y la eliminación de la pobreza extrema deberían ser siempre una prioridad. Sin embargo, dos exministros, Carlos Caballero y Alejandro Gaviria, se han referido recientemente a lo que han denominado como una creciente incertidumbre frente al cambio, asociada a las alertas que generan algunos indicadores económicos.

La pregunta obvia es por qué un cambio deseable genera volatilidad del dólar, caída en la inversión, aumento en la salida de colombianos del país y caída de la popularidad del presidente.

Petro se ha nutrido de algunas ideas marxistas evidentes en su libro Una vida, muchas vidas (2021) cuando señala “como pensaba Marx” que la lucha de clases sigue siendo una fuerza motora de la humanidad. El problema radica en que él obra a rajatabla y como muchos marxistas a ultranza, según el principio de necesidad; pero omite los llamados del premio Nobel de economía Amarthya Sen (2021) acerca de que este principio sólo es aplicable hasta donde es viable. Según dicho autor, este principio se define como los pagos en función de las necesidades de las personas y no de su trabajo y productividad.

La viabilidad del principio de necesidad está asociada con las condiciones de la economía y las empresas. No tenerlo en cuenta genera efectos perversos que afectan precisamente a las poblaciones que intenta beneficiar. Las reformas de salud y pensiones, las políticas propuestas en materia petrolera, carbonífera, gas y minería están forzando una viabilidad fiscal difícil de sostener en el tiempo. Según el Comité de la Regla Fiscal, será necesario reducir en los próximos años la deuda externa por debajo del 50.0% del PIB y esperar un crecimiento este 2023 del 1.3%.

Siguiendo a Sen (2021), los marxistas olvidan también la libre elección y la identidad plural de los seres humanos, es decir, ser trabajador o empleado no es la única condición posible de una persona. Esta entidad aplica en el caso de la reforma laboral pues se olvida que cerca del 60.0% de los trabajadores laboran en el sector informal.

Favorecer la estabilidad laboral y las condiciones de ese otro 40.0%, los formales, afecta la generación de empleo vía mayores costos laborales, refuerza la informalidad y afecta a los que optan por la elección de mayor flexibilidad laboral, en particular los que trabajan en plataformas tecnológicas.

Es necesario lograr un acuerdo político entre los tres poderes públicos, los partidos, los sindicatos, los gremios y las universidades para concertar los límites del principio de necesidad. Estos límites deben mantener la “libertad de opción” (Sen, 2021), proteger los cuasi mercados donde sea necesario y asignar los incentivos correctos. Se trata de un nuevo contrato social en el que todos ponen de acuerdo a sus capacidades, tal como lo ha sugerido Shafik (rectora de la London School of Economics) para promover mejores condiciones de vida y más oportunidades para los menos favorecidos, sin descarrilar la economía y la institucionalidad.

Mauricio Perfetti del Corral

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