viernes
0 y 6
0 y 6
Lo que sucede en Policlínica del Hospital Universitario de San Vicente Fundación es el reflejo de lo que pasa en la ciudad, en el país, en el mundo. Algunos se arman de odio y cuchillos; de amenazas y revólver; de rabia y puños para ir al estadio, al colegio, al bus, a la esquina de su casa y a los hospitales... las personas no dicen: “como voy para urgencias llevaré un arma”... muchos viven armados como expresión del espíritu, la conciencia, el intelecto y de los valores.
Prueba de que esta problemática es mundial, es la denuncia de la OIT y la OMS en 2002 de que “el 25 % de los incidentes de violencia en el ámbito laboral se producen en el entorno sanitario”, y la situación no ha mejorado según apreciamos en los medios de comunicación nacionales e internacionales que exponen estos hechos.
Pero esto más que tranquilizarnos “porque les pasa a todos”, nos debe retar a superar la falta de convivencia porque desde la familia, escuela, sociedad civil y Estado, tenemos una responsabilidad compartida de promover la convivencia social en paz, basándonos en los valores para que sea sólida porque nace en el Ser; en la tolerancia basada en la educación y el ejemplo, y en el respeto como eje de comportamiento.
El Estado debe revisar que sus prioridades de inversión social procuren la convivencia que nos haga más educados e innovadores. Si se atiende primero la infraestructura que procura dar vivienda y generar empleo, asegurar la salud con oportunidad y accesibilidad, garantizar el alimento para que las personas estudien y trabajen, podríamos avanzar hacia una convivencia sana que conduzca a una disminución de los comportamientos sociales que dañan.
De todas formas, retomando el tema de las agresiones al personal de las urgencias: gritos y amenazas, escupitazos y empujones, golpes y daños que los incapacitan física y sicológicamente, hacemos un llamado a las personas para que comprendan que las incomodidades y la falta de oportunidad en las instalaciones hospitalarias -que son la excusa para la violencia-, son condiciones dadas por el sistema de salud, la gran demanda de pacientes, el incremento de enfermedades, lesiones y el inadecuado uso que se da a los servicios de urgencias de alta complejidad. Cabe anotar que la mayor parte de estas agresiones provienen de quienes están bajo los efectos del licor o drogas alucinógenas, evidenciando el problema social que enfrentamos y que pone en peligro no solo a médicos y enfermeras, sino a los pacientes que esperan confiados en la buena voluntad y el arduo trabajo del personal de la salud.
* Presidente San Vicente Fundación.