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El poder constituyente
somos todos
Nos están arrebatando la esencia del poder constituyente. El poder constituyente somos todos. No lo define el gobernante de turno.
Por juan carlos manrique - jcmanriq@gmail.com
Bueno, pues entramos en una nueva versión paranoica que podríamos llamarla una entelequia de irrealismo mágico, en el cual aparece el concepto del poder constituyente. Pongámosle un poco de contexto al espíritu del poder constituyente de la mano de los historiadores.
Algunos sostienen que la teoría del poder constituyente tiene sus orígenes en Francia y concretamente en las raíces de la revolución francesa por el abate Emmanuel Sieyès (1748-1836). El poder constituyente es la voluntad política que determina la existencia del estado y tiene la facultad de transformar todo el orden social y político.
Pasados los años surge el pensamiento del alemán Carl Schmitt (1888-1985) sobre la democracia y su fundamento que es el poder constituyente. Su esencia depende de la respuesta que se dé a la pregunta: ¿Cuál es el sujeto del poder constituyente? La respuesta es eso que se llama a veces, de manera simplista y populista, el pueblo. Y el pueblo somos todos.
Y podríamos citar un tercer pensador, dentro de una extensa lista de candidatos. Antonio Negri, (1933- 2023). Filósofo italiano posmarxista que arropa el concepto del poder constituyente bajo el hilo conductor de la democracia de multitud, como la capacidad de las clases y grupos dominados de crear proyectos de emancipación viables. Se genera acá una ruptura amañada. El poder constituyente reside exclusivamente en el club de los “dominados”.
Así las cosas, aparece una última ficha del rompecabezas. La democracia republicana en contraposición a la democracia liberal. En la teoría de la democracia republicana, el ciudadano no es un simple elector. Es quien debe participar en las decisiones que afectan a la vida de su sociedad. Votar es una de estas acciones participativas, pero no la única ni la más importante.
La buena noticia es que todo este salpicón, se plasma en el preámbulo de nuestra constitución. El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano, decreta la Constitución de Colombia, para que las autoridades de la República tengan claro que están instituidas para proteger a los residentes, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.
Este poder constituyente ha estado presente de mil maneras en nuestra historia y ha sido el motor determinante de cambios, como la séptima papeleta, las marchas del silencio, las marchas ¡No más FARC!. Ejemplos por doquier. Pero también ejemplos por doquier donde en muchos momentos de la historia, los ciudadanos hemos estado dormidos.
De alguna manera, creo que este es un momento en el que nos están arrebatando la esencia del poder constituyente. El poder constituyente somos todos. No lo define el gobernante de turno, ni más faltaba. Es el gobernante de turno, al contrario, quien debe responder al poder constituyente, en proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades.
Deberíamos entonces en cada ventana de nuestros hogares, en cada lugar de comunicación, colocar un aviso muy grande. Gobernantes respeten al poder constituyente y pónganse a trabajar, para proteger la vida, honra y bienes de tod@s.